lunes, 31 de diciembre de 2012

Nochevieja






Indudablemente el reloj es el instrumento que nos ayuda a organizar nuestro tiempo. Sea cual sea la actividad que vengamos realizando, todo es mensurable y tiene su duración.  Antes de las doce campanadas, en esta Nochevieja, he aquí  la reflexión que Antonio Machado hacía del reloj y del tiempo.


De todas las máquinas que ha construido el hombre, la más interesante es, a mi juicio,  el reloj, artefacto específicamente humano, que la mera animalidad no hubiera inventado nunca. El llamado homo faber, no sería homo si no hubiera fabricado relojes. Y en verdad, tampoco importa que los fabrique; basta con que los use; menos todavía: basta con que los necesite. Porque el hombre es el animal que mide su tiempo.
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El reloj es, en efecto, una prueba indirecta de la creencia del hombre en su mortalidad. Porque sólo un tiempo finito puede medirse. Esto parece evidente. Nosotros, sin embargo, hemos de preguntarnos todavía para qué mide el hombre el breve tiempo de que dispone. Porque sabemos que lo puede medir; pero ¿para qué lo mide? No digamos que lo mide para aprovecharlo, disponiendo en orden la actividad que lo llena. (....) Si lo mide, en efecto, para aprovecharlo, ¿para qué lo aprovecha? Pregunta que sigue llevando implícito el “¿Para qué lo mide?” incontestado. A mi juicio le guía una ilusión vieja como el mundo: la creencia de Zenón de Elea  en la infinitud de lo finito por su infinita divisibilidad. Ni Aquiles, el de los pies ligeros, alcanzará nunca a la tortuga, ni una hora bien contada se acabaría nunca de contar...

Fragmento extraído del capítulo XL del libro Juan de Mairena

                                                       Autor: Antonio Machado (1875-1939)


jueves, 27 de diciembre de 2012

Dos poemas de José Luis Cano en el centenario de su nacimiento

 
LA TARDE         


Cada día toco con mis manos la dicha
la beso con mis labios
la dejo que se duerma dulcemente en mi pecho
que se despierte luego estremecida como un hermoso sueño.
Enfrente el cielo, los pájaros y tu boca entreabierta
sobre la calle con acacias y niños
delicada y trémula como una sonata.
Y desde mi terraza, íntima como una caricia
ávido sorbo la tarde y su hermosura
contemplo el avión rasgar sereno el aire puro
y casi toco
acaricio con mis dedos la luna inmensa
posada con ternura sobre un árbol cercano.
Poca cosa es lo que hace falta a veces para sentir la dicha
una luz, una flor, una brisa, una mano en la nuestra
o esta tarde que parece de carne
de suavísimo nácar
tarde entregada para un mirar lentísimo
para entrarla despacio
como un sueño en el alma
para besarla pura, inmaterial y celeste.
                                                                                       

                                                                               JOSÉ LUIS CANO
                                                                    
                                                                                  






LUZ DEL TIEMPO


La luz, la luz más pura está en el tiempo,
es su zumo dorado que nos moja
el alma diariamente y la desnuda.
Como la luz, como el amor a veces,
el tiempo es tuyo, y él te tiene, míralo
morando ya en tu carne lentamente
posando en ella su ceniza triste,
sus minutos que brillan amarillos
y tus labios golpean tercamente.
y pues no puedes detenerlo, ahora
que escapa más de prisa, ya vencidas
tu juventud y tu esperanza, escucha
cada latido suyo, cada ola
de su invisible, silenciosa música,
y acecha el don, su luz de cada día.
Dale tú, en cambio, paz al tiempo, honda
paz si es que alguna guardas en tu alma.
Da tu hora al amor, al beso, al ocio,
pues no es dinero -time is money- el tiempo,
y da a tu soledad el tiempo oscuro
que ella te pida, y tu minuto abierto
a ese niño que ríe, y a ese perro
vagabundo que pide pan y dueño,
y al poema que espera, y a ese pájaro
que vuela ebrio por el vasto cielo.
                                                                            JOSÉ LUIS CANO

                  




JOSÉ LUIS CANO

Poeta y ensayista nacido en Algeciras el 28 de diciembre de 1912 comenzó su labor poética con el grupo de la revista Litoral. Fue fundador de la colección Adonais, así como destacado crítico literario en la revista Ínsula.
Entre sus libros más significativos:  Sonetos de la bahía  (1942) , Voz de la muerte (1945), Las alas perseguidas (1946), Otoño en Málaga y otros poemas (1955), Luz de tiempo (1962). Como crítico literario desarrolló estudios importantes: De Machado a Bousoño (1955), Poesía española del siglo XX (1960),  Antología de la nueva poesía española (1963), El tema de España en la nueva poesía contemporánea (1964).  Murió en Madrid el 15 de febreo de 1999

martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad





Navidad. Tiempo de buenos propósitos, intercambio de felicitaciones, mensajes de buena voluntad, conciertos navideños, villancicos, recuerdos.... Como sempiternas melodías  Noche de paz y  Haurtxo Polita.

Haurtxo polita sehaskan dago,
zapi xuritan
txit bero.
Amonak dio: ene potxolo, arren egin ba, lo, lo.
Txakur haundia etorriko da zuk ez badeza egiten lo;
horregatik, ba, ene potxolo, egin aguro lo, lo, lo..


Traducción aproximada:


El Niño bonito está en la cuna
envuelto en blancos paños
todo él calentito.
La abuela dice: mi pocholo por favor duérmete.
El perro grande vendrá si no te duermes;
por eso, duerme pocholo.

       





viernes, 21 de diciembre de 2012

Primer día de invierno



El invierno de 2012-2013 ha comenzado hoy viernes 21 de diciembre a las 12 h 12 m hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento). Esta estación, la más corta del año desde hace algunos siglos, durará 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2013 con el inicio de la primavera. 

Así será en el hemisferio Norte, mientras que en el hemiferio Sur dará comienzo el verano.


  

miércoles, 12 de diciembre de 2012

ÚLTIMAS LUCES DE OTOÑO