lunes, 31 de marzo de 2014

TRES POEMAS DE OCTAVIO PAZ EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

 

 DECIR  : HACER

                                              A Roman Jakobson
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan

Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.




Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.

                                                              OCTAVIO PAZ
               
                                         De Árbol adentro (1976-1988)





DÍA

¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.
Y floto, ya sin mí, pura existencia.


                                           De Libertad bajo palabra (1960)
                                                               
                                                     OCTAVIO PAZ



PIEDRA NATIVA

                                                    A Roger Munier
La luz devasta las alturas
Manadas de imperios en derrota
El ojo retrocede cercado de reflejos

Países vastos como el insomnio
Pedregales de hueso

Otoño sin confines
Alza la sed sus invisibles surtidores
Un último pirú predica en el desierto

Cierra los ojos y oye cantar la luz:
El mediodía anida en tu tímpano

Cierra los ojos y ábrelos:
No hay nadie ni siquiera tú mismo
Lo que no es piedra es luz
                                                    De Semillas para un himno (1950-1954)
                                                            
                                                         OCTAVIO PAZ



OCTAVIO PAZ
Octavio Paz nació en Mixcoac, población actualmente integrada en Ciudad de México, el 31 de marzo de 1914.  En 1937 trabajó como profesor en Yucatán y se casó con la escritora Elena Garro con quien asistió ese mismo año al Congreso de Escritores Antifascistas celebrado en Valencia. En esta última ciudad publicó Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España (1937) y entró en contacto con los intelectuales de la II República y con el poeta chileno Pablo Neruda. De regreso a México, con Efraín Huerta y Rafael Solana, entre otros, fundó la revista Taller en 1938. En 1945, tras pasar un año becado en Estados Unidos, ingresó en el cuerpo diplomático y fue destinado a París. Allí conocería a Benjamin Péret,  André Breton y entabló amistad con Albert Camus y otros intelectuales europeos e hispanoamericanos. Se fue acercando al surrealismo y empezó a interesarse por otros temas.
 
En 1962 fue nombrado embajador en la India, cargo del que años más tarde dimitiría como protesta por la sangrienta represión llevada a cabo contra las movilizaciones estudiantiles en la plaza de Tlatelolco. En 1964 contrajo matrimonio con  Marie-Jose Tramini. De regreso a México, fundó la revista Plural (1971-1976) y Vuelta (1976-1998)
Su obra poética comprendida entre 1933 y 1957 apareció recogida en Libertad bajo palabra (1960). Otros libros: Días hábiles (1961), Salamandra (1962), Ladera Este (1969), reune sus poemas escritos en la India ; en El mono gramático (1974) los poemas en prosa donde funde sus reflexiones filosóficas, poéticas y amorosas, Vuelta (1976), Árbol adentro , último volumen  en el que recopila su poesía (1976-1988) y en él queda incluído Decir: hacer porque la poesía se dice, pero qué es decir.

De su extensa labor como ensayista destancan El laberinto de la soledad (1950), ensayo que retrata de forma muy personal la sociedad y la idiosincrasia del pueblo mexicano El arco y la lira (1956), su esfuerzo más riguroso por elaborar una poética. Corriente alterna (1967), Los hijos del limo (1974), Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982), Convergencias (1991) y Vislimbres de la India (1995) Como traductor es significativo el volumen Versiones y diversiones.









Concibió la poesía como una voz disidente y crítica. El amor, la muerte, la exaltación de los sentidos, el paisaje, el recuerdo, las contradicciones sociales y la solidaridad fueron sus temas esenciales.

Entre los  prestigiosos galardones conseguidos recibió el Premio Cervantes en 1981 y el Nobel de Literatura en 1990.
Murió en la Ciudad de México  el 19 de abril de 1998, a los 84 años.









                                    LIBERTAD BAJO PALABRA DE OCTAVIO PAZ















































domingo, 23 de marzo de 2014

CUATRO POEMAS DE GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA EN EL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO



AL PARTIR

¡Perla del mar! ¡Estrella de occidente!
¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo,
como cubre el dolor mi triste frente.

¡Voy a partir!... La chusma diligente,
para arrancarme del nativo suelo
Ias velas iza, y pronta a su desvelo
la brisa acude de tu zona ardiente.

¡Adiós!, ¡patria feliz, edén querido!
¡Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!

¡Adiós!... Ya cruje la turgente vela...
¡El anda se alza... El buque, estremecido,
Ias olas corta y silencioso vuela!


                                                 Gertrudis Gómez de Avellaneda
             


SUPLICIO DE AMOR *


¡Feliz quien junto a ti por ti suspira,
quien oye el eco de tu voz sonora,
quien el halago de tu risa adora
y el blando aroma de tu aliento aspira!

Ventura tanta, que envidioso admira
el querubín que en el empíreo mora,
el alma turba, el corazón devora,
y el torpe acento, al expresarla, expira.

Ante mis ojos desaparece el mundo
y por mis venas circular ligero
el fuego siento del amor profundo.

trémula, en vano resistirte quiero.
de ardiente llanto mi mejilla inundo.
¡delirio, gozo, te bendigo y muero!

*Este soneto de Gertrudis Gómez de Avellaneda lo he leido también con otro título “Imitando una oda de Safo”



SIGNIFICADO DE LA PALABRA YO AMÉ

Imitación de Parny

    Con yo amé dice cualquiera
Esta verdad desolante:
-Todo en el mundo es quimera,
No hay ventura verdadera
Ni sentimiento constante.
     Yo amé significa: -Nada
le basta al hombre jamás:
La pasión más delicada,
La promesa más sagrada,

Son humo y viento... ¡y no más!


MI MAL

En vano ansiosa tu amistad procura
adivinar el mal que me atormenta;
en vano, amigo, conmovida intenta
revelarlo mi voz a tu ternura.

Puede explicarse el ansia, la locura
con que el amor sus fuegos alimenta...
Puede el dolor, la saña más violenta,
exhalar por el labio su amargura..

Mas de decir mi malestar profundo,
no halla mi voz, mi pensamiento, medio,
y al indagar su origen me confundo:

pero es un mal terrible, sin remedio,
que hace odiosa la vida, odioso el mundo,
que seca el corazón...¡En fin, es tedio!






Los poemas que preceden han sido seleccionados para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814 -1873), escritora nacida en Cuba, hija de un teniente de la Marina española , Manuel Gómez de Avellaneda y de Francisca de Arteaga, perteneciente a una ilustre familia cubana de Camagüey (Puerto Príncipe)

Nació en Camagüey el 23 de marzo de 1814. La muerte de su padre cuando sólo contaba ocho años tendría  notoria repercusión en  su vida. Su madre contrajo nuevas nupcias con otro miiltar español y permaneció en Cuba hasta 1836, año en que se trasladó con su familia a Europa, residiendo en Francia (Burdeos) y  posteriormente en Galicia (La Coruña) y Sevilla.

En 1840 se instaló en Madrid y conoció al poeta Gabriel García Tassara con quien mantuvo una intensa relación  de la que nacería una hija: Brenhilde María, que murió a los siete meses de nacer. Para entonces el poeta, a madre e  hija, las había abandonado. Y Gertrudis entabló amistad con  otros  escritores como José Zorrilla, Fernán Caballero, José de Espronceda, o Alberto Lista; sin embargo, su espíritu independiente y sus escarceos amorosos también le valieron las críticas de personajes como Marcelino Menéndez Pelayo, quien  impidió que entrara en la Real Academia Española.

De formación neoclásica se la consideró en su época una de las figuras más significativas del romanticismo hispano y el tratamiento que dio a sus personajes femeninos la convirtieron en precursora del feminismo moderno tanto por su actitud vital  como por la fuerza  que les imprimía.

Escribió poesía, novela y teatro y destacó en los tres géneros, al incorporar en su literatura el ambiente caribeño, considerado en Europa como algo exótico acompañado de un tono melancólico y nostálgico. Son ejemplo de ello su libro de Poesías (1841),  sus novelas Guatimozín, último emperador de México (1846) o El cacique de Turmequé (1860). Su compromiso social se hace patente en Sab (1841), la primera novela antiesclavista de las letras hispanas. Entre sus  dramas: Alfonso Munio (1844) El príncipe de Viana (1844), Saúl (1849), Baltasar (1858)

Como poeta combinó sus experiencias amorosas con el anhelo religioso y el escepticismo social; como novelista conjugó el exotismo caribeño con la cosmovisión peninsular y como dramaturga fundió los postulados de la tragedia clásica con el drama romántico.

Después de enviudar dos veces y tras muchas vicisitudes murió en Madrid el 3 de febrero de 1873 a los 58 años, pero dejó escrito en su testamento que quería ser enterrada en Sevilla.

miércoles, 12 de marzo de 2014

EXPOSICIÓN DEL 7 AL 22 DE MARZO







DOS POEMAS DE LEOPOLDO MARÍA PANERO (1948-2014)
 
Los textos seleccionados pertenecen al poeta, narrador, ensayista y traductor Leopoldo María Panero. Hijo del poeta Leopoldo Panero y de la escritora Felicidad Blanc y hermano, a su vez, de los poetas Juan Luis y Michi Panero (todos ellos fallecidos)
Había nacido en Madrid el 16 de junio de 1948 y pertenecía al grupo de los  nueve novísimos , como indiqué en la entrada anterior correspondiente a Ana María Moix. De formación humanística, estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid y Filología Francesa en la Universidad Central de Barcelona. Su militancia antifranquista le procuró su primera estancia en prisión. También de sus años de juventud datan sus primeras experiencias con las drogas, alcohol y otros excesos que motivaron su ingreso en un psiquiátrico.
A su primer libro de poemas  Por el camino de Swan (1968), le siguió Así se fundó Carnaby Street (1970), una obra donde incide en nostalgias adolescentes. En Teoría (1973) acentúa el carácter conceptual  de su poesía, aunque en libros posteriores predominan las referencias biográficas repletas de un malditismo exacerbado, como ocurre en uno de sus mejores libros, Narciso en el acorde último de las flautas (1979), o Dioscuros (1982). En Poesía 1970-1985 (1986) se recogen sus poemas hasta esa fecha y, en 1987, publicó Poemas del manicomio de Mondragón, refiriendo sus duras vivencias en el psiquiátrico, asunto en el que insiste con Piedra negra o del temblor y Heroína y otros poemas (ambos de 1992).
Otras obras destacables son las tres publicadas en 2001: Poesía completa (1970-2000), Águila contra el hombre. Poemas para un suicidamiento y Me amarás cuando esté muerto,  esta última escrita en colaboración con José Águedo Olivares, o Jardín en vano (2007), cuya autoría es también compartida, en esta ocasión, con Félix J. Caballero. De su obra en prosa cabe mencionar En lugar del hijo (1972), Dos relatos y una perversión (1984) o Papá, dame la mano que tengo miedo (2007), un texto narrativo pero con gran carga poética, así como diversos ensayos.
Murió recluido por voluntad propia en el la Unidad Psiquiátrica de Las Palmas de Gran Canaria el 5 de marzo de 2014, a los 65 años.
                                                        


 

A MI MADRE                      de Leopoldo María Panero ( 1948-2014)


                                         (reivindicación de una hermosura)

Escucha en las noches cómo se rasga la seda
y cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces tienes para los muertos
y un manojo de flores llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
llora por las noches pensando que le amabas,
y dice sal al jardín y contempla cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en la mejilla y un bastón con
            empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)

                            

                          De Poemas del manicomio de Mondragón ( 1987 )




BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS

Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros
que caen sin peso
sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del
bosque crujen, de noche,
las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las
grietas. Los espejos silenciosos,
ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado,
ahora, qué grotescos.
Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos
se oyen golpes secos,
uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.

                                               

 

                                            Leopoldo María Panero ( 1948-2014)


                                       De Así se fundó Carnaby Street (1970 )