miércoles, 30 de abril de 2014

Fragmento de Platero y yo

ZENOBIA CAMPRUBÍ Y JUAN RAMÓN JIMÉNEZ














Se cumple este año el centenario de la primera edición de Platero y yo (1914) escrita por Juan Ramón Jiménez, y he aquí un par de capítulos de este clásico de la literatura  española del siglo XX.  Los textos seleccionados refieren la muerte del burrito Platero y todo el sentimiento que suscita en su dueño su ausencia.

Fragmento de Platero y yo.
                                                                 de Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

LXV LA MUERTE.

Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fui a él, lo acaricié, hablándole, y quise que se levantara...
El pobre se removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada... No podía... Entonces le tendí su mano en el suelo, lo acaricié de nuevo con ternura, y mandé venir a su médico. El viejo Darbón, así que lo hubo visto, sumió la enorme boca desdentada hasta la nuca, y meció sobre el pecho la cabeza congestionada, igual que un péndulo.
—Nada bueno, ¿eh?
No sé qué contestó... Que el infeliz se iba... Nada... Que un dolor... Que no sé qué raíz mala... La tierra, entre la hierba...
A mediodía, Platero estaba muerto. La barriguilla de algodón se le había hinchado como el mundo, y sus patas, rígidas y descoloridas, se elevaban al cielo. Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae, al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza.
Por la cuadra en silencio, encendiéndose cada vez que pasaba por el rayo de sol de la ventanilla, revolaba una bella mariposa de tres colores.

LXVI NOSTALGIA.

Platero, tú nos ves, ¿verdad?
¿Verdad que ves cómo se ríe en paz, clara y fría, el agua de la noria del huerto; cuál vuelan, en la luz última, las afanosas abejas, en torno del romero verde y malva, rosa y oro por el sol que aún enciende la colina?
Platero, tú nos ves, ¿verdad?
¿Verdad que ves pasar por la cuesta roja de la Fuente Vieja los borriquillos de las lavanderas, cansados, cojos, tristes en la inmensa pureza que une tierra y cielo en un solo cristal de esplendor?
Platero, tú nos ves, ¿verdad?
¿Verdad que ves a los niños corriendo, arrebatados, entre sus propias flores, liviano enjambre de vagas mariposas blancas, goteadas de carmín?
Platero, tú nos ves, ¿verdad?
Platero, ¿verdad que tú nos ves? Sí, tú me ves. Y yo oigo, en el poniente despejado, endulzando todo el valle de las viñas, tu tierno rebuzno lastimero...

miércoles, 23 de abril de 2014

Recordando a William Shakespeare en el 450 aniversario de su nacimiento


 

HE VISTO A LA MAÑANA EN PLENA GLORIA...

He visto a la mañana en plena gloria
los picos halagar con su mirada,
besar con su oro las praderas verdes
y dorar con su alquimia arroyos pálidos;

y luego permitir el paso oscuro
de fieros nubarrones por su rostro,
y ocultarlo a la tierra abandonada
huyendo hacia occidente sin ventura.

Así brilló mi sol, un día, al alba,
sobre mi frente, con triunfal belleza;
una hora no más lo he poseído
y hoy me lo esconden las aéreas nubes.

No desdeñes mi amor: si el sol del cielo
se eclipsa, han de velarse los del mundo.

                                                                           William Shakespeare (1564 - 1616)

Versión de Manuel Mujica Láinez




LAS HORAS QUE GENTILES COMPUSIERON...

Las horas que gentiles compusieron
tal visión para encanto de los ojos,
sus tiranos serán cuando destruyan
una belleza de suprema gracia:

porque el tiempo incansable, en torvo invierno,
muda al verano que en su seno arruina;
la savia hiela y el follaje esparce
y a la hermosura agosta entre la nieve.

Si no quedara la estival esencia,
en muros de cristal cautivo líquido,
la belleza y su fruto morirían

sin dejar ni el recuerdo de su forma.
Mas la flor destilada, hasta en invierno,
su ornato pierde y en perfume vive.

                                               William Shakespeare (1564 - 1616)
                                                                            

Versión de Manuel Mujica Láinez




Casa natal de William Shakespeare


Un pequeño recuerdo siquiera cuandp se cumplen 450 años del nacimiento del gran poeta y dramaturgo inglés William Shakespeare. Probablemente nació el 23 de abril de 1564 y bautizado al día siguiente, en Stratford-upon-Avon en el estado de Warwickshire en 1564. Tercero de ocho hermanos , su familia se vio afectada por un revés económico. En 1582 se casó con Anne Hathaway, hija de un granjero, con la que tuvo una hija, Susanna, en 1583, y dos mellizos —un niño, que murió a los 11 años de edad, y una niña— en 1585.

Alternó la afición por la lectura con su trabajo como maestro de escuela, dedicándose desde entonces a la producción literaria. Hacia 1588 de trasladó a Londres y, cuatro años más tarde, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y actor teatral La publicación, en 1593, de su poema "Venus y Adonis", seguido de grandes piezas de teatro, comedias, y numerosos sonetos, lo convirtieron en uno de los más grandes autores de todos los tiempos.

Algunas de sus obras como "Hamlet", "Otelo", "Macbeth", "Romeo y Julieta", "El Rey Lear" y "La tempestad", han sido catalogadas a través del tiempo como verdaderas joyas de la literatura universal.

Pocos años después de su muerte, fue publicado el First Folio, volumen recopilatorio de su producción, el cual serviría de base para todas las ediciones posteriores.
Falleció el 23 de abril de 1616.

OBRA DESTACADA:

POESÍA
Venus y Adonis 1593
"La violación de Lucrecia" 1594
"Sonetos" 1600-1609

COMEDIAS
"La comedia de las equivocaciones" 1592-1593
"La fierecilla domada" 1593
"Trabajos de amor perdidos" 1594
"Los dos hidalgos de Verona" 1594
"Sueño de una noche de verano" 1595-1596
"El mercader de Venecia" 1596-1597
"Mucho ruido y pocas nueces" 1598-1599
"Como gustéis" 1599-1600
"Medida por medida" 1604-1605

TRAGEDIAS

"Romeo y Julieta" 1595
"Julio César"1600
"Hamlet" 1600-1601
"Otelo" 1602
"Macbeth" 1605-1606
"El rey Lear" 1605

lunes, 21 de abril de 2014

FRAGMENTO DE "CIEN AÑOS DE SOLEDAD " DE GARCÍA MÁRQUEZ




Contraportada de Cien años de soledad

Cuando se suceden por doquier los artículos, reportajes, entrevistas, lecturas continuadas, con motivo del reciente fallecimiento de Gabriel García Márquez ( 1927- 2014) acaecido en México, a los 87 años, elijo el primer libro que leí del autor: Cien años de soledad, siendo la obra que consagró a García Márquez como el mejor exponente del realismo mágico y uno de los más grandes escritores del siglo XX.

Con este libro culminó la historia de la aldea de Macondo y de sus fundadores, la familia Buendía. En el fragmento seleccionado, García Márquez presenta al matrimonio formado por Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía, primos entre sí, y la llegada a Macondo del gitano Melquíades con su carpa, portador de toda suerte de artilugios.






Gabriel García Márquez había nacido en Aracataca  (Colombia) el 6 de marzo de 1927 y allí permaneció en casa de sus abuelos maternos hasta los ocho años. Cursó la enseñanza secundaria en Barranquilla y Bogotá donde se inició en el terreno del periodismo y se matriculó en derecho en la Universidad Nacional de Colombia . A mediados de la década de 1940 comenzó a publicar en varios periódicos sus primeros artículos, cuentos y crónicas de cine; en 1946 trabajó como redactor de El Universal, periódico de Cartagena de Indias; entre 1948 y 1952, en El Heraldo de Barranquilla, y a partir de 1952, en El Espectador de Bogotá. En 1958 contrajo matrimonio con Mercedes Barcha. Un año más tarde, en 1959, nacería el primer hijo: Rodrigo, cineasta. Entre 1959 y 1961 fue representante de la agencia cubana de noticias La Prensa en Bogotá, La Habana y Nueva York. Debido a sus ideas políticas hubo de pasar las décadas de 1960 y 1970 en exilio en México donde nacería su segundo hijo: Gonzalo, diseñador gráfico. Y ha sido en Ciudad de México donde ha fallecido el 17 de abril de 2014, a los 87 años.
Sus primeras novelas reflejan el ambiente de violencia e intolerancia que Colombia vivía en el momento en que las escribió: La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1961) y Los funerales de la Mamá Grande (1962). En estas obras ya se percibe una evolución estilística que va desde la prosa barroca y elaborada de La hojarasca y de algunos de los cuentos de Los funerales de la Mamá Grande, hasta el laconismo y la frase desnuda —al estilo de Graham Greene o de Hemingway— de otros relatos del mismo libro y de El coronel no tiene quien le escriba, una dramática historia en la que ya aparecen algunos de los personajes que intervendrán en su obra más conocida: Cien años de soledad.
Cien años de soledad (1967), escrita durante su exilio en México, narra en tono épico la historia de Macondo, pueblo que acaba sepultado y destruido por las guerras y el progreso, y la de sus fundadores, la familia Buendía, las diversas generaciones que se sucenden en un periodo de cien años , siguiendo una estructura circular. El nombre de Macondo era el de una hacienda próxima a Aracataca, que García Márquez convirtió en uno de los referentes geográficos literarios más inolvidables, como el escritor estadounidense Faulkner había hecho con su condado de Yoknapatawpha (Mississippi).
Al parecer, el mundo mágico de García Márquez proviene de las leyendas y relatos fantásticos que leyó y escuchó en su infancia referidas por sus abuelos maternos y que le permitieron desarrollar una imaginación desbordada cargada de imágenes obsesivas. Por otro lado, su formación literaria le llevó a escribir historias lineales (con principio y final secuencial) sobre situaciones comprensibles y reales, y personajes identificables, situando como fondo la historia de Colombia y la denuncia de la injusticia social, es decir, el mundo real. De la combinación de estos dos mundos surge el realismo mágico, término que aunque no agrade a muchos autores y críticos, sirve perfectamente para explicar este género literario.
Otras obras narrativas son: El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción política; Crónica de una muerte anunciada (1981), historia de un asesinato cometido en una pequeña ciudad latinoamericana; El amor en los tiempos del cólera (1985), historia de amor que sigue las pautas clásicas del género pero con un trasfondo de sabia pasión, y El general en su laberinto (1989), narración ficticia de los últimos días de vida de Simón Bolívar, enfermo y despojado de su poder. García Márquez también es autor de los libros de cuentos La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972) y Doce cuentos peregrinos (1992).
Ha recibido numerosos premios, como el Rómulo Gallegos en 1973 y el Nobel de Literatura en 1982. Después de obtener este galardón fue formalmente invitado por el gobierno colombiano a regresar a su país, donde ejerció de intermediario entre aquel y la guerrilla. García Márquez ha despertado admiración en numerosos países por la personalísima mezcla de realidad y fantasía de sus textos periodísticos, como en Noticia de un secuestro (1996), un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano. En 1998 publicó La bendita manía de contar y su autobiografía Gabriel García Márquez, y decidió comprar la mitad de las acciones de la revista colombiana Cambio para poder hacer realidad sus ideas sobre el periodismo. En 2002 vio la luz la primera parte de sus memorias, Vivir para contarla, cuyas páginas repasan sus años de infancia y juventud, desde los recuerdos de su Aracataca natal hasta 1955. En 2004 retomó el género novelístico con la publicación de Memoria de mis putas tristes, una novela que narra la relación amorosa entre un anciano de 90 años y una adolescente.
En 1986, junto con el cineasta argentino Fernando Birri, promovió la fundación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba) participando en varios guiones cinematográficos, tanto de obras propias como en colaboración con otros escritores. Esta escuela, que impulsa la formación de realizadores del llamado Tercer Mundo, forma parte de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, que también impulsó y de la cual era presidente.




viernes, 4 de abril de 2014

En el centenario del nacimiento de Marguerite Duras

Sputnik 1



Los primeros satélites artificiales lanzados por la URSS fueron conocidos como Sputnik.
El Sputnik 1, lanzado el 4 de octubre de 1957, fue el primero que se puso en órbita alrededor de la Tierra.  Era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro y 83, 5  kg. Contaba con instrumentos que durante 21 días enviaron información a la Tierra sobre la radiación cósmica, la densidad y la temperatura de las capas superiores de la atmósfera. Al cabo de 57 días el satélite entró en la atmósfera terrestre y se destruyó por efecto del calor debido al rozamiento aerodinámico.

El segundo satélite artificial fue también un vehículo espacial soviético, de nombre Sputnik 2. Fue lanzado el 3 de noviembre de 1957 y llevaba a bordo un animal, la perra Laika. Realizó las primeras mediciones biomédicas en el espacio. Este satélite entró en la atmósfera terrestre destruyéndose después de 162 días de vuelo.

Los modelos posteriores eran prototipos de las cápsulas tripuladas Vostok. Con el Sputnik 10, lanzado el 25 de marzo de 1961, concluyó la serie de los Sputnik



En Los niños del Sputnik no están en la luna se recogen las opiniones de los niños encuestados en edades comprendidas entre seis y once años sobre qué es el sputnik. La entrevista fue publicada en France-Observateur en 1957 e incluida en Outside de Marguerite Duras.

Un niño de 10 años respondió que el sputnik "es un cohete, pero en el colegio es un insulto".
Para un niño de 6 años: Es un redondel que gira en torno a la tierra, tan grande como una habitación.Ante la pregunta de si irían ellos en un sputnik, el niño de 11 años dijo: "Ahora no, cuando haya  habido en él condenados a muerte"
Terrible respuesta, desde luego, y muy alejada de las leyes que rigen una sociedad democrática.


Los niños del Sputnik no están en la luna.





En Outside se recopilan los artículos escritos por Marguerite Duras desde 1957 a 1979 para diferentes publicaciones como France-Observateur, Le 14 Juillet, Le Nouvel Observateur, Le Monde, Vogue, Sorcières, etc. En la introducción que acompaña al libro, fechada en 6 de noviembre de 1980, manifiesta textualmente:

     Escribir para los periódicos es escribir en el acto. No esperar. Aunque la escritura tiene que resentirse de esta impaciencia, de esta obligación de ir deprisa y, por lo tanto, ser un poco descuidada. Esta idea de lo escrito con negligencia no me disgusta.

       Ven ustedes, a veces hacía artículos para los periódicos. De vez en cuando escribía para el exterior, cuando el exterior me inundaba, cuando había cosas que me enloquecían, outside, en la calle- o cuando no tenía otra cosa mejor que hacer. Esto ocurría. 

      He escrito, pues, artículos en los periódicos por diversos motivos. El primero , en efecto, era indudablemente salir de mi habitación. En aquel entonces, escribía libros ocho horas al día. Cuando escriba libros, nunca hacía artículos. El exterior me atrapaba en los huecos y en los momentos vacíos. Cuando escribía libros, creo que ni siquiera leía los periódicos. No reparaba en lo que sucedía, ni lo comprendía. Escribir artículos era salir afuera, era mi primer cine. 

       Las demás razones también; no tenía dinero. Todos los artículos de "Vogue" son alimenticios. (...) las razones, además, por las que he escrito y escribo en los periódicos, ponen de manifiesto el mismo movimiento irresistible que me llevó hacia la resistencia francesa o argelina, antigubernamental o antimilitarista, antielectoral, etc.; y que tabién me indujo, como a ustedes, como a todos, a la tentación de denunciar lo intolerable de una injusticia, sea del orden que sea, sufrida por un pueblo entero o por un solo individuo...
 



Marguerite Duras
                                          


Hace cien años, el 4 de abril de 1914, nació en Saigón (en la actualidad, Ciudad Ho Chi Minh), la escritora conocida más por su seudónimo, Marguerite Duras. Su infancia y adolescencia transcurrió junto a su madre en la Indochina Francesa. En 1932 se trasladó a París y tras estudiar Derecho y Ciencias Políticas trabajó como secretaria en el Ministerio de las Colonias durante seis años (1935-1941) Militante comunista, fue expulsada del partido por divergencias ideológicas.

Alrededor de cuarenta novelas y una docena de piezas de teatro constituyen su obra literaria.

En una primera etapa quedarían agrupadas las novelas Vida tranquila (1944) Un dique contra el Pacífico (1950), Los caballitos de Tarquinia (1953) Esta etapa es de marcado carácter realista con fondo autobiográfico. En ellas cuenta la historia de una familia francesa empobrecida en Indochina.
Otras novelas importantes son Moderato cantabile (1958), Las diez y media de una noche de verano (1960) y Una tarde de monsieur Andesmas (1969), constituyen una segunda etapa donde se manifiesta la renovación temática.

En una tercera etapa juega con la experimentación evolucinando hacia las formas del nouveau roman y escribe la novela El amante (1984), obteniendo el premio Goncourt., El dolor (1985) o Emily L. (1987).

Los temas utilizados: el amor, el miedo, la soledad, la muerte.

Como guionista cinematográfica, en 1960 Duras escribió el guión para la película de Alain Resnais Hiroshima mon amour. Entre sus películas cabe destacar India Song (1975) y Los niños (1984)

Murió de cáncer en París 3l de marzo de en 1996, a los 81 años y está enterrada en el cementerio de Montparnasse.