sábado, 29 de julio de 2017

Recordando a Mme de Staël


                                                                              
Mme de Staël (1766-1817)

Hace apenas quince días se cumplía el bicentenario de la muerte de Mme de Staël, Anne-Louise Germaine Necker (1766-1817) . Esta escritora e intelectual francesa había nacido en París el 22 de abril de 1766 en el seno de una familia suiza. Su padre, Jacques Necker, banquero, llegó a ser ministro de finanzas con Luis XVI y su madre, Suzanne Cruchod,  animaba un salón literario frecuentado por los intelectuales  más distinguidos de París. Germaine prefería el salón de su madre al juego, tomaba parte en las conversaciones y en sus ratos libres componía piezas de teatro.

A los veinte años contrajo matrimonio con Eric Magnus, barón de Staël-Holstein, embajador de Suecia en Francia, diecisiete años mayor que ella, separándose en 1800, dos años  antes de que él muriera
Liberal  moderada , si bien defendía los ideales ilustrados de la Revolución francesa repudiaba el Terror jacobino y otros derivados, lo que le procuró la huida y el exilio, a Londres y  Coppet (Suiza)

De regreso a París, contraria al despotismo napoleónico, dada su influencia en la vida cultural y política, a través de su salón de la calle de Bac y su novela Delphine (1802) donde exponía sus ideas sobre el divorcio, a la par que criticaba las convenciones sociales y apostaba por la educación e independencia de la mujer, tuvo que salir nuevamente en exilio y esta vez se dirigió a Alemania lo que le permitió entrar en contacto con Goethe, Schiller y Fichte..

Otra de sus novelas Corinne o Italia (1807) basada en las las sensaciones y experiencias que tuvo en su viaje a Italia, describe a Corinne, su protagonista, como una mujer excepcional, siempre fiel a la doble inspiración de intelecto y corazón.

En 1811 volvió a casarse con un joven oficial suizo J. A.  Rocca, con quientuvo un hijo (Era ya madre de otros cuatro)Tras la abdicación de Napoleón, ya en París retomó sus actividades políticas y literarias y murió el 14 de julio de 1817, a los 51 años.

En el análisis de la felicidad, Mme de Staël examinó la idea que se tiene de la misma. La felicidad es como una alquimia que debería lograr conciliar los contrarios: esperanza sin temor, actividad sin inquietud, gloria sin calumnia, amor sin inconstancia. Esta idea, según la escritora, desvela la vanidad de la búsqueda humana de la felicidad que se transmuta en infelicidad, a causa del carácter inalcanzable de su objeto.

En su ensayo Sobre la literatura (1800) proponía examinar la influencia de las costumbres, leyes, historia, de la filosofía y del estudio moral del hombre sobre la literatura, al igual que investigar las influencias de la literatura sobre las costumbres y las ideas de los hombres, afirmando que no se puede comprender la literatura si no se conoce la sociedad y la situación moral del pueblo que la ha producido.

Para Staël la libertad y la literatura están conectadas: la libertad genera la grandeza de la literatura. “Estudiando la historia me parece que se llega a la convicción de que todos los acontecimientos principales tienden al mismo fin: la civilización universal.”

Y la renovación del arte queda ligada al desplome del orden social represivo. La libertad política genera, de hecho, la libertad de escribir y de crear.

Establecía una diferencia entre distintas literaturas, dejando entrever la influencia ejercida por el clima. Las meridionales (Homero, griegos, latinos, italianos, españoles y la del siglo XVII francés, son distintas a las del Norte (ingleses, alemanes, escandinavos). Las del Sur envueltas en un ambiente natural ardiente y tendente a la lujuria, no estimulan el pensamiento y la reflexión como sucede con los escritores del Norte más dados a la meditación y al planteamiento de problemas metafísicos. Fijándose en Goethe y Rousseau, veía en ellos el más claro ejemplo de la  pasión que reflexiona.
Entre sus obras póstumas cabe citar: Consideraciones sobre los principales acontecimientos de la Revolución Francesa (1818) y Diez años de destierro (1821)

miércoles, 19 de julio de 2017

Sobre el nuevo poemario de Charo Fuentes


 



Probablemente las manifestaciones de la lírica en sus orígenes fueron composiciones poéticas a modo de cantos populares que se han ido transmitiendo oralmente a través del tiempo y han sido fuente de inspiración para la poesía culta.
Al parecer las primeras manifestaciones  fueron las jarchas de los siglos XI y XII. Eran los versos finales que servían de remate a las moaxajas, escritas en árabe o hebreo.
En los siglos XIII y XIV  surgieron las cantigas de amigo en la lírica galaico-portuguesa cuyos temas y asuntos reflejaban aspectos de la vida cotidiana: canciones de cuna, de amor, de boda, de siega, de vendimia, a la primavera, a la madre,  a  la muerte…
Las canciones populares adquirían forma de serranilla, endecha, romance, copla, seguidilla, el zéjel o villancico.

Con la mirada puesta en los albores de la lírica medieval, cuatro son los textos seleccionados por Charo Fuentes que preceden y acompañan su nueva entrega. Un fragmento de Yehuda Ha Levi (¿1170 - 1141?), una jarcha andalusí, una de las cantigas galaico-portuguesa y una estrofa de Gil Vicente (1470 –1539) sirven de entrada a su más reciente publicación: Canciones de amiga y otras danzas.
La primera parte se halla constituida por 33 composiciones donde predomina el tono fresco, ameno, divertido. Son escenas de la vida urbana y donde podemos hallar la canción de la oliva, de la vieja pena –resuelta en díptico- , del beso, de los álamos secos y de los álamos sin pájaros, (pág. 19) recordando a Machado:

Altos ruiseñores de la dicha humana
mi oído mis manos, mi voz os reclama
Álamos del amor.

La canción de los puentes, incluido el parisino Mirabeau sobre el Sena, cantado por Guillaume Apollinaire (1880-1918).
Otros motivos como la espuma, la alegría en primavera, la vieja caza, la paloma, los ojos morenos, las canciones de albada que  tendrían su origen en la poesía trovadoresca provenzal, la canción del pirata (un guiño a Espronceda) (pág. 38)

                 
                           Navego hacia el ser más
                           estar más viva.
                                     ……..
                           Cabeza libre voy
                           en mar abierto.

O la canción de la madre,  las seguidillas para María o la cantiga del verano que cierra la primera parte. Todas ellas conforman Canciones de amiga donde su autora ha querido dejar constancia de que Ya no es el tiempo de esas canciones de mujer escritas por hombres, que nos escribieron llorando; escribo mis canciones jugando. Yo quisiera darles la vuelta entre comicidad y cierta melancolía.  

En la segunda parte una cita de Jorge Manrique (1440-1479) marca el paso hacia  …Y otras danzas. Son diez composiciones donde poder encontrar una canción de cuna para no dormir y versa sobre las pateras y otras travesías,  la canción del refugiado, la danza de la muerte, una canción de Navidad para Gloria Fuertes, un romance para Pepe Hierro o una blanca canción de despedida.
Celebremos, pues, estas canciones de amiga y otras danzas que Charo Fuentes nos entrega. Y larga vida a su canto.

 

CANCIÓN DE LA MADRE


Para que tú me quieras
me hice fuente, soy río
manantial de sonrisas,
lecho de piedras frescas.

Para que tú me quieras
blanco puñal de leche
caliente y diminuto
pájaro, soy eterna.

Barro tú florecido
¿qué camino de besos?
¿qué luna de deseos
te empujó hacia la tierra?

Para que tú me quieras
encenderé tus brasas
y sembraré en tus
nidos arpones y poemas

y leeré en tus ojos
lejanos y futuros
y atizaré en tu fragua
rebeldes, tus estrellas.

Para que tú me quieras
necesito ser mía
mía, tan mía como
solo así de tan vuestra.
                                    De Canciones de amiga y otras danzas

                                                        Charo Fuentes                      

                    

martes, 18 de julio de 2017

Recordando a Jane Austen

 

 

Jane Austen (1775-1817)

Se cumplen doscientos años del fallecimiento de Jane Austen.

La novelista británica nació el 16 de diciembre de 1775 en Steventon, al sur de Inglaterra en el seno de una familia anglicana. Fue la séptima de ocho hermanos, los cinco primeros varones. Jane, junto a su hermana Cassandra tomó clases en la escuela de  Reading.

Su padre, el reverendo George Austen junto a su esposa Cassandra, asumieron personalmente su educación consiguiendo una amplia formación para la joven.


Su vida transcurrió en ambientes sencillos. Lo más importante de su producción literaria son las novelas,  destacadas por la agudeza con la que perfila los rasgos psicológicos de sus personajes y la ironía con la que trata la novela romántica, así como la crítica de la vanidad y el egoísmo y descripción de costumbres y ambientes.


Aunque iniciada en 1797, en 1812 se publicó Sentido y sensibilidad, firmada como (By a Lady) (Por una Dama). Narra la historia de dos hermanas y sus relaciones y amoríos. Un año más tarde, se publicó Orgullo y prejuicio (1813) iniciada en 1796. Refiere la vida de las cinco hermanas Bennet y la búsqueda del compañero más adecuado y fue su novela más famosa, a las que siguieron El parque de Mansfield (1814), Emma (1816), Persuasión que sería publicada póstumamente ya en 1818, así como La abadía de Northanger, ya que la autora murió en Winchester el 18 de julio de 1817, a los 42 años.