ÍMPETU
Mas no todo ha
de ser ruina y vacío.
No todo
desescombro ni deshielo.
Encima de este
hombro llevo el cielo,
y encima de
este otro, un ancho río
de entusiasmo.
Y, en medio, el cuerpo mío,
árbol de luz
gritando desde el suelo.
Y, entre raíz mortal,
fronda de anhelo,
mi corazón en
pie, rayo sombrío.
Sólo el ansia
me vence. Pero avanzo
sin dudar,
sobre abismos infinitos,
con la mano
tendida: si no alcanzo
con la mano,
¡ya alcanzaré con gritos!
y sigo,
siempre, en pie, y así, me lanzo
al mar, desde
una fronda de apetitos.
De
"Ángel fieramente humano" 1950
Blas de Otero
Volví la
frente: Estabas. Estuviste
esperándome
siempre.
Detrás de una
palabra
maravillosa,
siempre.
Abres y
cierras, suave, el cielo.
Como
esperándote, amanece.
Cedes la luz,
mueves la brisa
de los
atardeceres.
Volví a la
vida; vi que estabas
tejiendo,
destejiendo siempre.
Silenciosa,
tejiendo
(tarde es,
amor, ya tarde y peligroso.)
y destejiendo
nieve...
De Ancia (1958)
Blas
de Otero
PIDO LA PAZ Y LA PALABRA
Pido la paz y a
palabra.
Escribo
en defensa del
reino
del hombre y su
justicia. Pido
la paz
y la palabra.
He dicho
“silencio”,
“sombra”,
“vacío”, etc.
Digo
“del hombre y
su justicia”,
“océano
pacifico”,
lo que me
dejan.
Pido
la paz y la
palabra
De Pido la paz y la palabra (1955)
Blas
de Otero
Blas
de Otero (1916-1979), fue uno de los poetas más representativos e
influyentes de la posguerra española.
Nació en
Bilbao el 15 de marzo de 1916.
Estudió en los jesuitas y posteriormente se licenció en Derecho. A su primera
obra, Cántico espiritual (1942), en la que se
perciben influencias de san Juan de la Cruz y fray Luis de León, le seguirían: Ángel
fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951), que en 1958 se fusionan dando lugar a Ancia, palabra
formada por la primera sílaba de Ángel y la última de conciencia. Es como un
grito de alerta en medio de la desolación de las guerras. Blas de Otero es uno
de los poetas que con mayor lucidez expresa la preocupación existencial ante la
desolación del mundo. A partir de entonces su poesía se hace social y cambia de
registro abandonando la metafísica anterior. Así sus obras: Pido la paz y la
palabra (1955); En castellano (1960), Con la inmensa mayoría (1960),
Hacia la inmensa mayoría (1962), en respuesta a la
propuesta de Juan Ramón Jiménez que decía escribir para la “inmensa minoría”.
En su poesía adquiere gran valor la solidaridad humana. Otros títulos de estas
características son Esto no es un libro (1963),
Que trata de España (1964) y Expresión y
reunión (1969 y 1981) etc.
Entre los
premios recibidos destacan el Boscán
de Poesía en 1950, Premio de la Crítica en 1959 y el Fastenrath de la Real
Academia en 1961.
Murió en Madrid
el 29 de junio de 1979, a los 63 años.
La obra de
Blas de Otero aunque no muy extensa se caracteriza por ser su intensidad lírica
y compromiso social, siendo uno de los máximos exponentes de la literatura de
posguerra
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