viernes, 22 de julio de 2016

Fueron un tiempo de Charo Fuentes

 

En su prólogo “Palabras para un texto”, Charo Fuentes nos recuerda que FUERON UN TIEMPO, título del poemario que presenta, es un verso  tomado del poema que Rodrigo Caro (1573-1647)  dedicó A LAS RUINAS DE ITÁLICA.

         La meditación sobre el trinomio “ amor – tiempo –muerte “ ha atravesado la visión vital del hombre y de la mujer a lo largo de toda la historia de la literatura. El interés por el barroco radica en el cambio, la mudanza, el contraste, características de las  que participan e interseccionan el ayer y el ahora  junto al culto a la imagen y a la apariencia, el ascenso y descenso social, la crisis económica y política, el exceso en cualquier orden, la conciencia de la fugacidad de la vida.

         La decantación por el verso clásico y por las estancias que componen la canción A las ruinas de la Itálica, le han servido a la autora para rememorar la destrucción originada por el tiempo, el amor y la muerte; que solamente se aproximan al poema original por el sentimiento de pérdida, no por la grandeza de la expresión. Y de forma explícita manifiesta : “ Ya se sabe que todo poema es ficción, aunque la línea sutil que separe la realidad y la creación sea muy tenue, y más cuando el que escribe evoca sueños, sentimientos o memorias que pueden ser producto de lo vivido, pero también de lecturas, de imaginación o de recreaciones interiorizadas:”

         El poemario, dedicado a sus cinco hijos, se halla  estructurado en tres partes : Del tiempo, Del Amor y  De la Muerte.
Conforman la primera parte quince poemas precedidos de un verso de Rodrigo Caro de todo aquello quedan las señales. Se arranca con el poema “Escribir”, seguido de “Tan arrogantes soplan” los fieros huracanes a los que aludía Lope de Vega,  “Que habla del tiempo y su reloj de arena” acorde con una cita de Luis de Góngora, “Homenaje al amor”-excelente poema que en tono paradójico busca la armonía en esa lucha de contrarios-

     
Pero la noche existe
porque existe la luz y trae la muerte
pegada en el envés la vida
y es la mentira estela de verdad
Así Tú y yo amantes deseamos
lo indeseable:   el muro
que nos abre     la puerta
que nos cierra    la lucha
donde reconciliar nuestro destino


“Si por ventura viereis”, así como el anterior, ambos recordando en sus citas a San Juan de la Cruz, “Personal”, “El ángel malo” “A la rosa” , “Retrato de muchacha” “De cómo Lisi se miró al espejo .. “ “Naturaleza muerta “  “Tiempo poético” “Sin parar un punto” “Nombrar” la realidad profunda de las cosas/ hálito evocativo/ que onda a onda se resiste.  “Remedio” Formalmente en esta primera se ha decantado por el verso libre o silvas combinando  endecasílabos y heptasílabos

         A la 2ª parte  Del amor sirven de apertura los versos  de la ya mencionada canción de Rodrigo Caro:¡Oh fábula del tiempo!, representa / cuánta fue su grandeza y es su estrago” Formada por dieciséis composiciones , catorce de las cuales son sonetos. En “Juegos de mar para un poema barroco” y “Carpe diem” los tercetos han sido sustituidos por dísticos endecasilábicos.

         A la 3ª  y última parte sirve de pórtico “...todo desapareció. Cambió la suerte / voces alegres en el silencio mudo” de Rodrigo Caro.
Constituida por diecisiete poemas dedicados a la memoria de Luis Rosales, Miguel Hernández, Carmen Conde, Leopoldo de Luis, Ángel Urrutia, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, “Maestros” como el profesor Aranguren, don Francisco Giner de los Ríos, don Antonio Machado, don Francisco Ynduráin… Especialmente emotivos son los dedicados a su padre, a su abuelo,  el que dedica a su madre en “El último verano” y ”Memoria de la rosa, “A Juan Ruiz Torres, poeta”  del grupo Prometeo. “Al Dios azul y de la belleza  pidiéndole por Manoli”   Finalizando con el poema “¿Ubi sunt?” en memoria de los poetas de la Ribera de Navarra: Arbolanche, Cortés, Malón de Chaide, José María Iribarren, Víctor Arribas, Luis Gil Gómez…

Elipsis en la sintaxis, ausencia de puntuación, paradojas, encabalgamientos son algunos de los recursos estilísticos utilizados en este poemario. En resumen: todo un ejemplo de sabiduría, coherencia y buen hacer poético esta selección reunida en Fueron un tiempo , que mantiene el brío y la pulsión de otros libros anteriores, presentes en la bibliografía de la autora como Uvas torrenciales o Con un papagayo verde.






NATURALEZA MUERTA        
                                                   “Ayer se fue…”
                                                       -Franciso de Quevedo-

Besos cortados del rosal en flor
y expuestos al expolio de los días
¿a dónde fue tu olor
y la frescura?

¿Qué boca se acercó, rozó tus labios
qué audacia de la mano te tocó
rosa de sangre y se rompió en tu espina?

Bellos tajados frutos

Ramos de manantiales       hermanos
hojas secas
padres    besos silvestres
mojadas frescas flores del estío
amigos
mis amigos

Trazos amarillentos
que aún diseccionados en la pared
repican la belleza
de lo que fue y no habita

Inasible era el vuelo   e   imposible
que reste aún
naturaleza muerta de lo desvanecido.
                                                          De Fueron un tiempo
                                                                     Charo Fuentes





TIEMPO POÉTICO

La poesía mudó de rumbo
se cambió de vestido. En su mutis
rodó el mundo de quien la escribía
inútilmente la ensoñó.
Del revés sin sentido le escribió notas   redes.

Si tendía la red a la palabra
buscándola
salía ella de sombras
y extendía su encaje
y a través de sus versos
sus ojos eran y el sabor a mar
llenaba de palabras
las botellas perdidas.

Y cuando ella tocaba las palabras
prendiéndolas   hilvanes
quedaban en la alfombra
del esplendor arcano de sus trajes
o un rastro cenizoso
de baladas ginebra
o polvo de sarmientos
o brasas encendidas.

Y aunque el ritmo se hubiera sosegado
con el tiempo
papeles
chispeando crispábanse
de humo rojo y de luz.
                                      De Fueron un tiempo

                                                                     Charo Fuentes










EL JUEGO

Aprender del sentido del dolor
un lenguaje de gozo, no de pena.
Bailar con chispa el tango al son que suena
saber tachar la huella del rencor.

Darse a luz a uno mismo en el amor
Apostar siempre por la vida plena
Besar con besos de pasión serena
Ser algo sabia a costa del error.

Y si alguna otra vez hombre potente
chocas conmigo y sufres, otro vaso
sea de humanidad la sed abierta.

Te aposentas cruzado en mi presente
mi fracaso te llama tu fracaso
tú desierto de mí, yo tu desierta.



                                         De Fueron un tiempo

                                                                     Charo Fuentes





MIGUEL HERNÁNDEZ, POETA ESPAÑOL

                                                               
                                                                           “Llegó con tres heridas,
                                                                                       la del amor,
                                                                                  la de la muerte,
                                                                                      la de la vida.”
                                                                                      -Miguel Hernández-


La recta final fue un reguero de cárceles:
Valencia, Ocaña, Alicante
Muchas voces amigas apelaron por mí,
fue mi pena de muerte conmutada
por una reclusión de 30 años.

Me pidieron que renegara
de lo que había escrito; así me ayudarían
lo que yo había escrito era mi sangre
era mi voz, mi vida hecha palabra.
Uno no puede renunciar a lo que es.

La cárcel minó mi salud, pero no mi alma
mi alma o lo que sea.
Yo seguía sintiendo ese viento del pueblo
                                             derrotado

pero el viento no es calma
basta una leve
corriente de aire para levantarlo
Yo era libre para seguir pensando
para seguir muriendo
no me iba a desdecir.
                                                   De Fueron un tiempo

                                                                     Charo Fuentes


jueves, 30 de junio de 2016

Romance del Conde Olinos









Romance del Conde Niño












ROMANCE DEL CONDE NIÑO

Conde Niño, por amores

es niño y pasó a la mar;
va a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.
Mientras el caballo bebe
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar;
caminante que camina
olvida su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.
La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está:
-Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,
sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
si no es el Conde Niño
que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer
en su tan triste penar!
-Si por tus amores pena,
¡oh, malhaya su cantar!,
y porque nunca los goce
yo le mandaré matar.
-Si le manda matar, madre
juntos nos han de enterrar.
Él murió a la media noche,
ella a los gallos cantar;
a ella como hija de reyes
la entierran en el altar,
a él como hijo de conde
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;

crece el uno, crece el otro,

los dos se van a juntar;
las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.
La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;

el galán que los cortaba
no cesaba de llorar;
della naciera una garza,
dél un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan a la par.

 

jueves, 23 de junio de 2016

Romance del Infante Arnaldos

 
ROMANCE DEL INFANTE ARNALDOS
¡Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
Las velas traía de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas, de fino coral.
Marinero que la guía,
diciendo viene un cantar,
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,
arriba los hace andar;
las aves que van volando,
al mástil vienen a posar.
     Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
-Por tu vida, el marinero,
dígasme ora ese cantar.
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
-Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.
                                              Anónimo ¿siglo XV?



Como sucede  con el romance del prisionero, debido al carácter oral y a la recreación de los juglares, también este de El conde o infante Arnaldos ofrece diferentes versiones y variantes.
En cualquiera de las dos que aquí se presentan  es de reseñar que la embarcación descrita viene envuelta por la fantasía.
Dado su aspecto  fragmentario, hay en el primero una omisión de elementos  que si queda explícita en la segunda versión, en lo referente al temor sobre las aguas en determinadas zonas geográficas correspondiente a los llanos de Almería, el estrecho de Gibraltar, costa de Flandes y golfo de León.
Además de presentar una forma dialogada, el simbolismo de las imágenes es otra de sus características.






lunes, 30 de mayo de 2016

Una mirada al Romancero





 

Los primeros romances eran fragmentos procedentes de los antiguos cantares de gesta recordados por el pueblo en un tiempo en que los viejos poemas épicos habían dejado de recitarse. Estos fragmentos aislados fueron imitados por los juglares y  así dieron lugar a lo largo del siglo XIV y XV al Romancero Viejo.

De tradición oral y anónimos, utilizaron el octosílabo con rima asonante en los versos pares y libre en los impares.

Lo que caracterizaba a los romances era la sobriedad de estilo, la esencialidad, espontaneidad e  intuición.


Los romances juglarescos de mayor ampitud y ritmo más lento y pausado que los tradicionales, presentaban mayor riqueza y variedad de asuntos y temas.


Están los romances históricos relacionados con los hechos acaecidos y  la épica nacional, refieren el conflicto entre rey - vasallo , caída en desgracia de los reyes . Como ejemplo de los que pertenecen a este grupo: Los siete infantes de Lara, los relacionados con Bernardo del Carpio, Fernán González, El cerco de Zamora o los del Romancero del Cid .
Romances fronterizos y moriscos  por alusión al puro acontecer histórico en zonas de conquista, generalmente alrededor del reino de Granada , como Abenámar y Ay de mi Alhama .

Romances de ciclo carolingio o francés pertenecen a una tradición europea. Los más conocidos se refieren a Roncesvalles, Roldán, Gaiferos.

Romances novelescos de influencia francesa  como Blanca niña, De la hija del rey de Francia, De la rosa fresca, La infantina encantada.


En el siglo XVI alcanzaron su mayor difusión gracias a la imprenta. Fueron recopilados en Cancioneros de romances o Romanceros. No habían perdido el carácter de poesía oral y eran cantados y recitados en calles y talleres, igual que en salones cortesanos.

Posteriormente Lope de Vega, Cervantes, Góngora, Quevedo, María de Zayas, utilizaron los romances con variedad de temas y motivos : moriscos, pastoriles, históricos, mitológicos, religiosos, burlescos. Menos sobrios y más retoricos que los viejos romances utilizaban en su composición más artificio y recursos estilísticos.

Olvidados en el siglo XVIII, fueron retomados y cultivados por los escritores del Romanticismo , siendo desde entonces no sólo objeto de inspiración sino de estudio sobre su origen y evolución por parte de eruditos y filólogos.



Este romance del prisionero queda inscrito dentro del Romancero Viejo, de tipo juglaresco y lírico.
Podemos encontrarlo en otras versiones y  variantes.
En primer lugar  presenta la estación en  la que se lamenta el prisionero. Contrasta la soledad del mismo con las alusiones a la primavera que el recluso no puede gozar. Queda en resalte la soledad y el aislamiento frente a la viveza y esplendor del mes de mayo.


ROMANCE DEL PRISIONERO
Que por mayo era por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuando es de día
ni cuando las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
                                                 Anónimo  ¿siglo XV?


sábado, 7 de mayo de 2016

Novelas ejemplares de María de Zayas




Si en la entrada anterior hacía expresa alusión a las novelas ejemplares de Cervantes, no podría pasar por alto las de María de Zayas y Sotomayor ( 1590- 1660?), considerada como la representante más genuina del género.
Al parecer nació en Madrid en 1590. Hija de María de Barasa y Fernando de Zayas y Sotomayor, caballero de la orden de Santiago y  al servicio del conde de Lemos, virrey de Nápoles. Cultivó la poesía, el teatro y sobre todo las novelas.
La traición en la amistad es la más conocida de sus obras dramáticas.
Su obra narrativa se halla recopilada en dos colecciones. La primera publicada en Zaragoza en 1637 bajo el título o epígrafe de Novelas amorosas y ejemplares. Reúne diez novelas cortas. 1ª Aventurarse perdiendo; 2ª La burlada Aminta y venganza del honor; 3ª El castigo de la miseria; 4ª El prevenido engañado; 5ª La fuerza del amor; 6ª El desengaño amando y premio de la virtud; 7ª Al fin se paga todo; 8ª El imposible vencido; 9ª El juez de su causa; 10ª El jardín engañoso.
En 1647 publicaría la Parte segunda del Sarao y entretenimiento honesto (Los desengaños). Integran este conjunto otras diez novelas cortas: La esclava de su amante; La más infame venganza; Tarde llega el desengaño; La inocencia castigada; El verdugo de su esposa; Amar sólo por vencer; Mal presagio casar lejos; La perseguida triunfante; El traidor contra su sangre y Estragos que causa el vicio
Las características más destacables son el colorido de su prosa, el sentido de observación, el dominio del lenguaje donde retrata los vicios y virtudes de la sociedad de su tiempo, sobre todo de la nobleza cortesana.
Junto con las escritora  Ana Caro de Mallén y Sor Juana Inés de la Cruz ocupa un lugar destacado en la literatura del siglo XVII.



 
Novelas de María de Zayas y Sotomayor