CAPRICHO 44
HILAN DELGADO
Una vieja sentada hilando; a su
derecha otra que le ayuda. Enfrente una tercera con una escoba en la mano.
En segundo término, colgados del
techo, una porción de niños.
Hilan delgado y la trama que urden ni
el diablo la podrá deshacer.
De espaldas a la muerte va tejiendo
el hombre su comedia y su destino.
Dibujo y trama en oro, seda o lino
las artes de los años van urdiendo.
El sueño, fantasía va poniendo.
Razón, quitar procura desatino.
Dolor, anuda trama. Así el camino,
tejido paso a paso, va creciendo.
Mantiene ritmo y golpe la esperanza.
Memoria en el recuerdo se convida.
Amor se alegra en el amor logrado.
Y al fin de la jornada, sólo alcanza
a saber que la trama ya está urdida
y no hay mano que suelte lo entramado.
Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles
(Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006
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