CAPRICHO 61
VOLAVERUNT
Una mujer con los brazos en cruz que
sostiene su mantilla y con alas de mariposa sobre su cabeza, en pie sobre tres
figuras que la llevan por los aires.
La Duquesa de Alba. Tres toreros la
levantan de cascos.
Perder el juicio, si es de amor, no importa.
El hombre tiene entonces sueños y alas.
Nadie ha dicho que cumbres sean malas
y aire libre ilusiona y reconforta.
Quien vuela es libre y ataduras corta,
redime el pensamiento y pide galas
y a fuerza de caprichos y de cábalas,
el riesgo busca y nada ya le importa.
Que el fuego está encendido y mientras dura,
amor se eleva en sueño y fantasía,
que el hombre es pájaro que vuelo pide.
Si amor en vuelos pierde su cordura,
no le encierres en jaula, moriría
y es amor quien orienta y quien decide.
Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles
(Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006
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