CAPRICHO 10
EL AMOR Y LA MUERTE
Una mujer apoyada en un derruido muro, sostiene entre sus
brazos a un hombre
que agoniza.
En el suelo un
sombrero y una espada.
Si vas por el camino, compañero,
no olvides que los árboles son vivos
manantiales de amor, que son altivos
caballeros que pagan sin dinero.
Si miras la amapola o el romero,
el río azul o el gris de los olivos,
recuerda son amores para vivos
y no eres tú ni solo ni primero.
Si vas por el camino has de tener
piedad y compasión de quien padece,
pues manto el cielo da y duelo el río.
Y así de amor y muerte has de aprender
que el hombre encuentra muro y si fenece
sombrero deja, espada y señorío.
Perteneciente al libro Risa
y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro
Latasa Miranda
Sahats, 2006
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