martes, 29 de agosto de 2023

ROSAURA EN SU FUNCIÓN DE TARDE RECUERDA ALGUNAS DE LAS MUJERES INTERPRETADAS EN ESCENA


 


ROSAURA  EN SU FUNCIÓN DE TARDE RECUERDA

        ALGUNAS DE LAS MUJERES INTERPRETADAS EN ESCENA

 

No soy la hechicera de la fábula,

la que camina errante por la senda del hastío.

 

Fui la muchacha de ojos claros

que remendaba las redes en la playa;

aguadora que por calles y plazas

aplacaba la sed de caminantes;

astrónoma que estudiaba el universo

y el movimiento de los astros:

planetas, satélites, estrellas y cometas.

 

Fui la mujer que en el alfar modelaba la arcilla

y daba forma a enseres y vasijas.

Fui recolectora de plantas aromáticas.

Con romero, espliego, lavanda, anises, manzanilla

obtenía deliciosas tisanas, infusiones  y bálsamos.

 

Fui arpillera de la estopa, sacos y cubiertas.

Y no me eran ajenos ni el cáñamo

ni los sombreros de jipijapa.

Fui pastora y zagala de cabras y rebaños

y la que, con buenas mimbres,

trenzaba cestas y canastillas.

 

Cuando maduraba la fruta

era el tiempo

de preparar compotas y mermeladas

de peras, manzanas, cerezas, fresas, arándonos...

 

Fui lavandera en las orillas de ríos y ribazos;

segadora de espigas y molinera de granos y semillas;

bordadora de sueños, bodoques,

festones  y hermosísimos ajuares.

 

Fui curandera que restañaba las heridas

y aliviaba el dolor,

partera que asistía a las madres

en el alumbramiento de nuevas vidas.

 

No; no soy la hechicera de la fábula,

la que camina errante por la senda del hastío.

 

La tierra que habito,

el aire que respiro,

el agua limpia y clara,

el fuego y la lumbre alientan mi ser.

                                                         De Azar y tiempo

                                                        M. S. Latasa Miranda 

jueves, 10 de agosto de 2023

Homenaje a Eugenio de Andrade

 



HOMENAJE A EUGENIO DE ANDRADE

 

Tomo la llave y entro en la casa.

Desconozco la materia de los sueños

e ignoro el nombre de las aves

y su dictado de alas y cenizas.

 

Invoco el aire, la claridad, la música.

Abro la ventana

y quisiera respirar las sílabas

donde la luz es feliz y se demora.

 

También nombro las nubes  y digo:

“Hombre, mujer, niños y niñas

con estrellas y astros a lo lejos.”

 

Casa Palabra, camino del poema

voz que se espera y vendrá.

 

 

 De Azar y tiempo

     M. S. Latasa Miranda