martes, 27 de octubre de 2020

Un poema de José Iglesias Benítez (1955-2020)

 



El pasado 19 de octubre nos comunicaban por correo electrónico el fallecimiento  del poeta José Iglesias Benítez (1955 –2020) por causa de COVID 19. Descanse en paz.

Personalmente no lo conocía pero sí que había leído varios de sus libros.

Con gran esmero y cuidado Jesús Reta era quien  preparaba la maquetación e impresión de los mismos, tanto de los escritores pertenecientes a la Asociación Beturia, como de algunos propios.

En homenaje al poeta fallecido incluyo el siguiente texto, identificado con el número XIII del libro Cuando el amor me llama  (Madrid, 1984) dedicado a su esposa Marian y con prólogo de Alejandro García Galán

                                           XIII

 

Hacia tu voz asciendo, desde mi vida entera

venciendo la clausura que me impone la tarde.

Ganado por tu luz, rompiendo la quimera,

asciendo hacia tu voz y mi vida entera arde.

 

Asciendo por la lluvia. Busco tu voz de fruta.

El viento se ilumina con mil destellos pálidos.

Se agrava la ciudad y se visten las rutas

de azules pentagramas transparentes y cálidos.

 

La noche de tu pelo por el cielo se ahoga.

Eres mujer de siempre, y eres tan verdadera

que todo el universo desnudo me interroga:

La luz está por dentro, la oscuridad por fuera.

 

Hay soles dibujados en tu cuerpo de niña.

Tu raíz es profunda, se abraza a lo más hondo.

En tu vientre conjuro por su fruto a la viña

y avanzo en tu silencio para llegar al fondo.

 

La rosa de los vientos camina por tu nombre

y siembra de escaleras la raíz de lo humano.

Tú eres mujer de siempre, yo sólo soy un hombre

que avanza por el mundo cogido de tu mano.

                                                      José Iglesias Benítez

                                         De Cuando el amor me llama  (1984)

 

miércoles, 14 de octubre de 2020

Octubre

 


Este poema dedicado al mes de octubre es un acróstico incluido en el libro Al azar de los nombres.(Editorial Círculo Rojo, 2019)

Los acrósticos son composiciones poéticas constituidas por versos cuyas letras iniciales forman un vocablo o palabra. Palabra que coincide en este caso con el título del texto.

No deja de ser curiosa la asociación de algunas gemas y piedras preciosas con los meses del año. Desde la antigüedad se han atribuido cualidades  especiales debido a su belleza, escasez y durabilidad.

En la presentación correspondiente a los meses del año se proyectaron las imágenes correspondientes a estas piedras natalicias, acompañando a su estructura cristalina alguna de las características que supuestamente se les atribuye.

Los ópalos son gemas compuestas por silicio, oxígeno e hidrógeno. Suelen ser apreciados por su iridiscencia. El juego de colores centelleantes que muestran los ópalos preciosos proviene de una estructura única de esferas de silicio en capas. La luz, al atravesar las distintas capas y las grietas minúsculas del interior de la piedra, se desvía o refracta creando destellos brillantes de color. No obstante, esta estructura facilita que la piedra se raje o desconche.

Se conocen muchos tipos de ópalos, pero generalmente se utilizan las variedades transparentes o translúcidas como gemas. Según el color los ópalos gema son: blancos; negros; de fuego,  entre amarillo y rojo; girasol, con opalescencia blanco azulada; arlequín, con manchas uniformes de colores contrastantes, y lechosos, con un juego de color verde oscuro en el interior de la piedra. Otros tipos de ópalo incluyen el ópalo musgoso, que tiene inclusiones de materia extraña parecidas a musgo.
Los ópalos de mejor calidad se encuentran sobre todo en Australia, Gales y México.