Este
poema dedicado al mes de noviembre es un acróstico incluido en el libro Al azar de los nombres.
Como
se viene indicando los acrósticos son composiciones poéticas constituidas por
versos cuyas letras iniciales forman un vocablo o palabra. Palabra que coincide
en este caso con el título del texto.
No deja de
ser curiosa la asociación de algunas gemas y piedras preciosas con los meses
del año. Desde la antigüedad se han atribuido cualidades especiales debido a su belleza, escasez y
durabilidad.
En la presentación correspondiente a
los meses del año se proyectaron las imágenes correspondientes a estas piedras
natalicias, acompañando a su estructura cristalina alguna de las
características que supuestamente se les atribuye.
El
topacio es un mineral formado por silicato de aluminio
y fluor. Dotado de brillo vítreo puede
ser de color variable: incoloro, amarillo, verde, azul o rojo. Es muy duro y
exfoliable.
El topacio se encuentra en rocas magmáticas o
en el granito asociado con berilio, mica, turmalina y también se halla en
algunas rocas de talco, pizarras de mica, en depósitos aluviales y en restos
rocosos. Debido a su dureza, las variedades cristalinas son apreciadas como
gemas; las más valiosas provienen de Sri Lanka, de áreas de la India y también
de los Urales, Rusia, Brasil y Estados Unidos. El color más corriente de las
gemas de topacio es amarillo anaranjado.
El topacio se considera la piedra natalicia de
noviembre. El topacio oriental auténtico es el zafiro amarillo y los topacios
sajón, escocés, español, ahumado y falso, son variedades amarillas de cuarzo.