sábado, 22 de febrero de 2014

Recordando a Antonio Machado a los 75 años de su muerte en Collioure

 

RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y más que un hombre al uso que sabe su doctrina
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.


A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
                                                           

                                                              

                                     Antonio Machado (1875- 1939)

                                                   
                          



AL GRAN CERO
                                    (Del apócrifo Abel Martín)

Cuando el Ser que se es hizo la nada
y reposó, que bien lo merecía,
ya tuvo el día noche, y compañía
tuvo el hombre en la ausencia de la amada.

Fiat umbral brotó el pensar humano.
y el huevo universal alzó, vacío,
ya sin color, desubstanciado y frío,
lleno de niebla ingrávida, en su mano.

Toma el cero integral, la hueca esfera,
que has de mirar, si lo has de ver, erguido.
Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,

y es el milagro del no ser cumplido,
brinda, poeta, un canto de frontera
a la muerte, al silencio y al olvido.

                                               Antonio Machado (1875- 1939)



GLOSA


Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar,
que es el morir. ¡Gran cantar!

Entre los poetas míos
tiene Manrique un altar.

Dulce goce de vivir:
mala ciencia del pasar,
ciego huir a la mar.

Tras el pavor de morir
está el placer de llegar.

¡Gran placer!
Mas ¿y el horror de volver?
¡Gran pesar!
                                                             
             Antonio Machado (1875- 1939)



PROVERBIOS Y CANTARES 

 1. Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.


4. Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.



9. Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.


41. Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.


42. ¿Dices que nada se pierde?
Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella
beberé, nunca jamás.


43. Dices que nada se pierde,
y acaso dices verdad;
pero todo lo perdemos
y todo nos perderá.


44. Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.






RENACIMIENTO

Galerías del alma... ¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva...
¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano,
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos lleva.
<>
En nuestras almas todo
por misteriosa mano se gobierna.
Incomprensibles, mudas,
nada sabemos de las almas nuestras.
Las más hondas palabras
del sabio nos enseñan,
lo que el silbar del viento cuando sopla,
o el sonar de las aguas cuando ruedan.
                  


                                                  Antonio Machado (1875- 1939)






 
Antonio y Manuel Machado


El poeta ANTONIO MACHADO RUIZ nació  en Sevilla el 26 de julio de  1875 y falleció, hallándose exiliado con su madre, en Collioure (Francia) el 22 de febrero de  1939  hace 75 años.
 De ascendencia ilustrada y liberal, cuando su familia se trasladó a Madrid  pudo continuar su formación en la Institución Libre de Enseñanza. Frecuentó tertulias literarias junto con su hermano Manuel -también poeta y dramaturgo- Siguiendo los pasos de su hermano mayor viajaría a París en 1899 donde conoció a Baroja, Oscar Wilde y posteriormente al filósofo  Bergson
Estudió Filosofía y Letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid. En 1927 fue elegido Académico de la Real Española, cuyo discurso de ingreso no pronunció nunca. Perteneciente a la Generación del 98, es uno de sus representantes más significativos.
Está considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana. Su obra poética se caracteriza por la sencillez y precisión en el lenguaje. Cantó a la tierra, al mar, a los olivos, y  en diversos tonos a la gloria del amor.  En su poesía se refleja la visión dolida de su patria y la recreación de la belleza que encierran las pequeñas cosas. 
Entre sus obras más significativas: Soledades, galerías y otros poemas en 1903, Campos de Castilla en 1912, Nuevas canciones en 1925 y La guerra en 1938.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Textos de Julio Cortázar (1914-1984)

 

INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA A UN RELOJ
 
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan  -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-,  te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
                                          Cuentos Completos
                                                               Julio Cortázar



NOCTURNO


Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.
                                                           
                                                                 Julio Cortázar





OBJETOS PERDIDOS


Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me acechan con sus cantos.
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome,
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.

                          Julio Cortázar



Julio Cortázar en 1967


Los textos seleccionados fueron escritos por Julio Cortázar , de quien hoy se cumplen 30 años de su muerte y en agosto de este mismo año tendrá lugar  el centenario de su  nacimiento.
Su padre era funcionario de la embajada argentina en Bélgica, hecho que determinó su nacimiento  en Ixelles ( Bruselas) el 26 de agosto de 1914. Al cabo de cuatro años, finalizada la Primera Guerra Mundial, la familia  pudo regresar a Argentina. Se graduó en Letras y fue maestro  y profesor de literatura en diferentes localidades.
Se inició en la literatura con la publicación de Presencia (1938) un libro de poemas firmado con el seudónimo de Julio Denis y una obra de teatro Los reyes (1949) También en 1949 viajó por primera vez a Europa; en 1951 consiguió una beca para realizar estudios en París, y ya en esta ciudad pasó a ser traductor de la UNESCO hasta su jubilación, siendo  en París donde murió el 12 de febrero de 1984. Realizó importantes traducciones literarias, entre las que destacan los Cuentos de Edgar Allan Poe o Robinson Crusoe de Daniel Defoe.
Tres años antes de su fallecimiento tomó la nacionalidad francesa, como protesta por la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina y es un autor plenamente integrado en la literatura hispanoamericana. Es considerado como  un renovador del género narrativo, especialmente del cuento breve, tanto en lo referente  a la estructura como en el uso del lenguaje
A juicio de los estudiosos, es un autor que ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamiento de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes siguiendo la línea iniciada por Jorge Luis Borges de fundir lo real con lo imaginario.
Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951); Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor”, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), que incluye el inquietante relato “Cuello de gatito negro”, y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imaginativo de difícil clasificación se encuentran Historias de cronopios y de famas (1962), breves narraciones que insisten desde el humor en la necesidad imperiosa de “ablandar un poco el ladrillo todos los días”, es decir, romper la dureza del lugar común, abrir resquicios hacia un mundo, el de lo fantástico, que las convenciones ocultan o se resisten a admitir; La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969), estos últimos concebidos como libros en los que se entrecruzan poemas, cuentos, recortes periodísticos, citas, textos recogidos de la calle, como es el caso de las pintadas del mayo francés comentadas en Último round.
La novela Rayuela (1963) narra las experiencias de un argentino en París y su relación con “La Maga” Se la considera como  una antinovela o contranovela y una  de la primeras  obras surrealistas de la literatura argentina.
Otras novelas del autor son: 62 modelos para armar (1968) de  carácter experimental; Libro de Manuel (1973) fábula político-literaria que responde al compromiso político del autor con la causa revolucionaria y la defensa de los derechos humanos.
Además de Presencia (1938), escribió otros  poemarios como Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985).
Escribió también diarios de viajes y toda su obra se encuentra repleta de referencias culturales y literarias. Arlt, Marechal, Borges, así como Poe, Defoe, Stevenson  fueron  algunos de sus  autores preferidos.