SI ESCRIBO
Si escribo
soy el mar
y me pongo
al cuello una bufanda de cordilleras alpinas.
Si escribo,
vivo, vuelo, echo un pulso a los vientos
y me
levanto puro con las nieves perpetuas.
Si escribo,
tomo altura, soy, planeo,
se me
enciende la sangre a la velocidad de la luz
y corre por
mis venas la circulación de la llama.
Si escribo,
se me rasgan
las paredes
del cuarto,
convoco en
torno a mí una tertulia de montes,
me codeo
con los meandros de los ríos, estrecho la populosa
mano
de los bosques,
mando
recados a los tiempos antiguos,
apalabro
una cita en punto con la brisa.
Si escribo,
voy y vengo, traspaso las montañas,
borro los
horizontes, me acomodo en los siglos,
me encuentro
en el pasado poetas que no han muerto:
Juan Ruiz,
Juan de la Cruz, Quevedo, más que mares,
me
recitan sus versos de espuma soberana.
Si escribo,
vivo, crezco, pongo mi pie en las cimas,
atravieso
las nubes, subo, me afirmo, venzo,
me encaramo
a los hombros
de un día
ilimitado.
Si escribo,
con el poema
bebo, me
multiplico,
me pierdo
entre la gente,
voy por las
calles ebrio
de rumores
humanos,
ignoro los
laureles, entro en la vida, fluyo,
me rodeo
las sienes
de una
fluvial corona rumorosa.
Si escribo,
soy. Y casi
no soy
mortal, si escribo.
De Pie en la cima de sombra
Jesús Mauleón Heredia
(Arróniz, 1936 – Pamplona, 2024)