MEDITACIÓN EN EL UMBRAL
No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de
Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la
visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
Ni concluir las leyes geométricas,
contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la
solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva
Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.
Debe haber otro modo que no se llame
Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modo de ser.
Rosalía
de Castro ( 1837-1885)
DEL RUMOR CADENCIOSO DE LA ONDA...
Del rumor cadencioso de la onda
y el viento que muge;
del incierto reflejo que alumbra
la selva o la nube;
del piar de alguna ave de paso;
del agreste ignorado perfume
que el céfiro roba
al valle o a la cumbre,
mundos hay donde encuentran asilo
las almas
que al peso
del mundo sucumben.
Rosalía de Castro ( 1837-1885)
La poeta Rosalía de Castro
(1837-1885) nació el 24 de febrero de 1837 en Santiago de Compostela. Hija de
Mª Teresa de la Cruz de Castro ,
madre soltera y de un seminarista.
Su nodriza le enseñó la lengua gallega y le hizo conocer la poesía popular en
esa lengua. En Madrid, ciudad donde se trasladó por cuestiones familiares en
1856, conoció a Manuel Murguía, con el que se casó dos años más tarde y quien
la puso en contacto con Bécquer y su círculo literario. En 1857 publicó su
primer libro , La Flor, al que siguieron Cantares gallegos(1863), y Follas
Novas, (1880), ambos en
gallego. Su obra principal, En las orillas del Sar, se
publicó en castellano en 1884. Dos de sus
siete hijos fallecieron. Su salud fue delicada y su temperamento
claramente depresivo. Desde 1874 vivió en Galicia, y murió el 15 de julio de
1885 en Padrón o Iria Flavia (La Coruña), a los 48 años.
Con Cantares gallegos contribuyó, junto a Curros
Enríquez y Pondal, al Rexurdimento y revitalización cultural de
Galicia. El libro presenta reminiscencias de la antigua lírica
galaico-portuguesa, de origen provenzal, especialmente de la popular, con
notables innovaciones métricas, y protesta contra el centralismo castellano y
la vida miserable del campesino gallego que le obligaba a emigrar.
Por su parte, en Follas Novas (Hojas nuevas,1880) , ve el
mundo como adversidad, y la existencia humana como dolor. A pesar del carácter
intimista, la autora se siente solidaria con los problemas sociales.
En las orillas del Sar –río que pasa por Padrón- y que
hace exclamar a la utora :
¡Cuán hermosa
es tu vega! ¡Oh, Padrón! ¡Oh, Iria Flavia!
destaca su carácter innovador. Sus poemas suponen un punto de partida de la lírica moderna.
Rompen con las formas métricas de su tiempo y presentan unas imágenes inquietantes
y muy poco tradicionales. La emoción personal ante la felicidad que nunca se
consigue resume la tremenda inutilidad que implica la aspiración a la belleza sobrenatural. Algunos de
sus símbolos inspirarán a Antonio Machado. Por su parte, Juan Ramón Jiménez la
sitúa entre los predecesores del Modernismo.
Sus obras en narrativa fueron escritas en castellano durante su
juventud e incluye títulos como La
hija del mar, Flavio, Ruinas, El caballero de las botas azules.En ellas
entra en juego dignificar el trabajo y la vida de las mujeres. Tal vez por ello
es considerada por la crítica como pionera del feminismo.
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