sábado, 29 de octubre de 2016

Recordando a Pío Baroja


A punto de cumplirse 60 años del fallecimiento de Pío Baroja (1872-1956), he seleccionado uno de sus relatos Mari Belcha incluido en su volumen de Cuentos  de Alianza Editorial, con prólogo de su sobrino Julio Caro Baroja.
Retrato de Pío Baroja




Pío Baroja y Nessi está considerado como uno de los escritores más prolíficos y  destacados de la Generación del 98. Nació en San Sebastián el 28 de diciembre de 1872 y durante su niñez y adolescencia vivió en distintos lugares, debido a la profesión de su padre que era ingeniero de minas. Estudió Medicina en Madrid y Valencia y trabajó dos años como médico en Cestona (Guipúzcoa), donde comenzó a relatar los primeros cuentos y artículos. Tras abandonar la medicina se fue a Madrid para sustituir a su hermano Ricardo como regente de una panadería heredada de su tía materna Juana Nessi. En Madrid entró en contacto, entre otros escritores, con Azorín y Ramiro de Maeztu. Su primer libro publicado Vidas sombrías (1900) es una colección de relatos, muchos de los cuales habían aparecido en la prensa y revistas.
Sus novelas agrupadas en trilogías como Tierra vasca incluye La casa de Aizgorri (1900), El mayorazgo de Labraz (1903) y Zalacaín el aventureo, que se desarrollan e el Pais Vasco.
Conforman la trilogía La lucha por la vida  las novelas La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905) donde describe los suburbios de Madrid
Inició la trilogía La vida fantástica con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901 , donde se pone de manifiesto  su individualismo anarquizante y su filosofía pesimista, integrada además  por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey (1906). 

                                                      OTRAS TRILOGÍAS


El pasado consta de La feria de los discretos (1905), Los últimos románticos (1906) y Las tragedias grotescas (1907). 

La raza está formada por La dama errante (1908), La ciudad de la niebla (1909) y El árbol de la ciencia (1911).

Las ciudades agrupa a César o nada (1910), El mundo es ansí (1912) y La sensualidad pervertida: ensayos amorosos de un hombre ingenuo en una época de decadencia (1920).

El mar es una tetralogía formada por: Las inquietudes de Shanti Andía (1911),  El laberinto de las sirenas (1923), Los pilotos de altura (1929) y La estrella del capitán Chimista (1930).

Además de sus desplazamientos  por la península viajó por Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza.  Entre 1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las Guerras carlistas.
Pío Baroja ingresó en la Real Academia Española en 1935, Durante la guerra civil española estuvo en Francia, retornando en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid alejado de cualquier actividad pública hasta su muerte, acaecida el 30 de octubre de 1956, a los 83  años . Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó más de cien libros.
Baroja concedía gran importancia a la acción. En sus novelas se van sucediendo precipitadamente  las escenas en las que la intriga y la aventura ocupan un lugar preferente.
En las descripciones del ambiente con trazo rápido y enérgico transmite una visión impresionista del paisaje. Lo mismo sucede con sus personajes: unas pocas pinceladas pero precisas y acertadas sirven para trazar el perfil físico o psicológico. La vivacidad y fluidez de sus  diálogos dejan entrever sus opiniones y visión de la vida y sociedad, a veces no exenta de acritud, mucho más lírica y emotiva al referirse a la tierra vasca.
Es un estilo un poco desaliñado, pero dinámico y expresivo, espontáneo, rápido, nervioso. Lo que persigue es la claridad y sencillez






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