miércoles, 14 de octubre de 2020

Octubre

 


Este poema dedicado al mes de octubre es un acróstico incluido en el libro Al azar de los nombres.(Editorial Círculo Rojo, 2019)

Los acrósticos son composiciones poéticas constituidas por versos cuyas letras iniciales forman un vocablo o palabra. Palabra que coincide en este caso con el título del texto.

No deja de ser curiosa la asociación de algunas gemas y piedras preciosas con los meses del año. Desde la antigüedad se han atribuido cualidades  especiales debido a su belleza, escasez y durabilidad.

En la presentación correspondiente a los meses del año se proyectaron las imágenes correspondientes a estas piedras natalicias, acompañando a su estructura cristalina alguna de las características que supuestamente se les atribuye.

Los ópalos son gemas compuestas por silicio, oxígeno e hidrógeno. Suelen ser apreciados por su iridiscencia. El juego de colores centelleantes que muestran los ópalos preciosos proviene de una estructura única de esferas de silicio en capas. La luz, al atravesar las distintas capas y las grietas minúsculas del interior de la piedra, se desvía o refracta creando destellos brillantes de color. No obstante, esta estructura facilita que la piedra se raje o desconche.

Se conocen muchos tipos de ópalos, pero generalmente se utilizan las variedades transparentes o translúcidas como gemas. Según el color los ópalos gema son: blancos; negros; de fuego,  entre amarillo y rojo; girasol, con opalescencia blanco azulada; arlequín, con manchas uniformes de colores contrastantes, y lechosos, con un juego de color verde oscuro en el interior de la piedra. Otros tipos de ópalo incluyen el ópalo musgoso, que tiene inclusiones de materia extraña parecidas a musgo.
Los ópalos de mejor calidad se encuentran sobre todo en Australia, Gales y México.


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