A VECES
A Resu Ardanaz, in memorian,
que disfrutó
impartiendo matemáticas, física y
química
y a Asun Mariñelarena, con gratitud.
A veces como una flor de
viento las palabras,
un
despertar de voces a lo lejos,
un transitar al soplo de
noviembre
en mañanas
de niebla
y fría
escarcha
donde al
pie de un tilo a medias deshojado
alguien
sonríe al evocar
la criba
de Eratóstenes,
el
algoritmo de Euclides
o la tabla
periódica de Mendeleiev.
¡Feliz
iridiscencia de las ramas
del árbol
del que brotan los recuerdos!
De Azar y tiempo
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