sábado, 28 de octubre de 2023

Un poema de Louise Glück

  



EL IRIS SALVAJE

 

Al final del sufrimiento

me esperaba una puerta.

 

Escúchame bien: lo que llamas muerte

lo recuerdo.

 

Allá arriba, ruidos, ramas de un pino vacilante.

Y luego nada. El débil sol

temblando sobre la seca superficie.

 

Terrible sobrevivir

como conciencia,

sepultada en tierra oscura.

 

Luego todo se acaba: aquello que temías,

ser un alma y no poder hablar,

termina abruptamente. La tierra rígida

se inclina un poco, y lo que tomé por aves

se hunde como flechas en bajos arbustos.

 

Tú que no recuerdas

el paso de otro mundo, te digo

podría volver a hablar: lo que vuelve

del olvido vuelve

para encontrar una voz:

 

del centro de mi vida brotó

un fresco manantial, sombras azules

y profundas en celeste aguamarina.

 

                                       Louise Glück  (1943-2023)

                                                           De Iris salvaje

                                         Versión de Eduardo Chirinos

 

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