martes, 23 de abril de 2013

Tres poemas de José Manuel Caballero Bonald



MÚSICA DE FONDO

Llega el momento de decir la palabra
y se la deja fluir, se la ayuda
a resbalar entre los labios,
anclada ya en sus límites de tiempo.
La palabra se funda a ella misma, suena
allá en el corazón del que la habla
y trepa poco a poco hasta nacer
y antes es nada y sólo una verdad
la hace constancia de algo irrepetible.

Súbitamente esa palabra aumenta
el hallazgo caudal de la memoria,
boga sobre los hombres que la escuchan,
gira anhelante entre vislumbres
y se alza más y más y se perfila, pule
sus bordes balbucidos, se nivela entre sueños.
Después inicia su holocausto.
Función de amor o de vileza,
la palabra se gasta en los oídos,
puebla sus márgenes de brozas,
se torna vana, amago de un aliento,
oscuridad final y sin sentido.
Está cayendo ya hecha pedazos.
Rescoldos sumergidos, restos
de rescates sin fondo, flota y flota
sobre las intenciones proferidas,
entre el silencio de las conjeturas.
Es nada la palabra que se dijo
(no importa que se escriba para
querer salvarla), es nada y lo fue todo:
la música del mundo y su apariencia.
                                                                     

                                                                De Memorias de poco tiempo 1954



                                                             


AZOTEA

Fui feliz fugazmente algunas veces,
entre dos furias fui feliz,
lo fui de vez en cuando sin saberlo.

Por ejemplo en la ciudad solar que se veía
desde aquella azotea de la infancia,
tentadora ciudad a rachas flameando
en los celestes mástiles del tiempo,
mientras iniciaba la vida la aventura
de descubrir el mundo a escondidas del mundo.

Allí subsisto aunque no esté, allí
perduro en medio
de la devastación de esa azotea
que reconstruyo cada día para no claudicar.

                                                        De Manual de infractores  (2005)


                                                         



ANIVERSARIO

La mitad de mi vida  está
pendiente de la otra
mitad.
           ¿Hacia qué lado
se inclinan los recuerdos como el árbol
hacia los vientos dominantes?

Paso
         a paso
ha venido emplazándome una misma
consoladora tregua de la edad.

Ahora es mañana, su duración es mía,
el ayer
pertenece, como la historia, a los demás.                     
                                                                            
                                          De Manual de infractores  (2005)






José Manuel Caballero Bonald nació el 11 de noviembre de 1926 en Jerez de la Frontera (Cádiz) Su padre era cubano y su madre pertenecía a una rama de la familia del vizconde de Bonald -filósofo tradicionalista francés- radicada en Andalucía desde mediados del siglo XIX. Estudió Náutica en Cádiz, y Filosofía y Letras en Sevilla y Madrid. Fue profesor de literatura española en la Universidad Nacional de Colombia. Después viajó por diversos países hispanoamericanos hasta el año 1963, en que regresó a España. En 1966 fue encarcelado en la prisión de Carabanchel por razones políticas y en 1971 empezó a trabajar en el Seminario de Lexicografía de la Real Academia Española, donde permaneció hasta 1975. Durante ese tiempo impartió también cursos en universidades europeas y asistió a varios simposios literarios. Posteriormente se incorporó como profesor de Literatura Española Contemporánea en el Centro de Estudios Hispánicos del Brynn Mawr College de Pennsylvania, cargo en el que permaneció hasta 1978. 



POESÍA



Las primeras publicaciones de Caballero Bonald hay que situarlas en lo que fue la poética de la llamada generación del 50. Las adivinaciones (1952), Memorias de poco tiempo (1954), Anteo (1956), Las horas muertas (1959) y Pliegos de cordel (1963) fueron reunidas en 1969 por el autor en Vivir para contarlo. Es una poesía simbolista e intimista en la que se siente a un joven disconforme con el mundo —con la situación social de su época— y que a través de un lenguaje rico y muy elaborado, en el que se mezcla lo barroco con lo popular, crea un mundo personal auténtico regido por la experiencia artística. En Descrédito del héroe (1977) el registro poético cambia. Aparece ahora, tras ese largo silencio, un culto a la imaginación y a la memoria; su tierra, su infancia, su experiencia vital y artística y su constante preocupación lingüística le llevan a un lenguaje extremadamente depurado y hermético. En 1984 publica Laberinto de fortuna y en 1997, Diario de Argónida, “un compendio de meditaciones adosadas a mi propio escepticismo”, en el que a través de la memoria, el tiempo y la muerte, exige su derecho como creador a inventarse la vida. En 2004 publicó su obra poética completa, con el título de Somos el tiempo que nos queda, y en 2005, el poemario Manual de infractores donde el  despojamiento ornamental y la síntesis analítica se unen a la capacidad indagatoria en el lenguaje y a la búsqueda de una poesía que –como dice su autor- ocupe más espacio que el propio texto.
 NARRATIVA

Su incursión en la narrativa fue más tardía que en la poesía. En 1961 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por Dos días de septiembre (1962) Siguió Ágata ojo de gato (1974), Toda la noche oyeron pasar pájaros (1981),  En la casa del padre (1988), Campo de Agramante (1992) todas ellas  ambientadas en  Andalucía. Es también autor de dos tomos de memorias: Tiempo de guerras perdidas (1995) supone un acercamiento autobiográfico al universo de la infancia en la que domina una introspección selectiva de carácter mítico. En 2001 publicó sus La costumbre de vivir (2001).  Mar adentro (2002) es el resultado de una vieja pasión del autor por la navegación y recoge sus escritos dedicados al mar.
Caballero Bonald ha escrito, además, varios libros de ensayo de diversos temas, como Breviario del vino (1980), Narrativa cubana de la revolución (1968), Luces y sombras del flamenco (1975) o Sevilla en tiempos de Cervantes (1991). A lo largo de su carrera, el autor ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que destacan el Premio de la Crítica, en dos ocasiones (por Ágata ojo de gato y Descrédito del héroe); el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2004; el Premio Nacional de las Letras Españolas en 2005 y, en 2006, el Premio Nacional de Poesía, por Manual de infractores y el Premio Cervantes en 2012.



domingo, 21 de abril de 2013

Fragmento de José Luis Sampedro



El aire húmedo acaricia mi frente con ráfagas salobres, pues navegamos proa al viento. Navegamos, sí, pues conmigo viajan millones de personas. Avanzamos por el océaano de la Historia  a bordo de esta gigantesca embarcación, mayor aún que un continente. Todo un estilo de vida con su conjunto de tradiciones, su profusión de costumbres y su laberinto de objetivos, deseos, perspectivas…Un hormiguero humano, en fin, flotando tiempo adelante en este navío. El OCCIDENTE: ése es su nombre. Legible en la popa, en grandes letras de oro, algo deterioradas.
Viajando ¿hacia dónde? ¿Cuál es nuestro destino?
……….

He perdido interés en casi todo y, además, mi edad madura ya sólo me deja un horizonte reducido. Por eso me dejo llevar por la nave, sin más cuidado serio que el de mantenerme en pie con mi digna humildad.




                                                                       De  La senda del drago
                                                             
                                                                  José Luis Sampedro (1917- 2013)






José Luis Sampedro, economista, humanista y escritor. Nacido en Barcelona el 1 de febrero de 1917, residió en diversas ciudades españolas y en Tánger (Marruecos), lo que le permitió acceder a la cultura árabe y, posteriormente, reflejarlo en su obra de ficción. Finalizada la guerra civil  ingresó en la facultad de ciencias Políticas y Económicas. Ejerció como docente en la Universidad de Liverpool y en la Universidad Complutense de Madrid fue catedrático de Estructura Económica desde 1955 hasta 1969. También desempeñó los cargos de subdirector (1962-1969) y asesor (1979-1981) del Banco Exterior de España. Senador por designación real (1977-1979), en 1990 fue elegido miembro de la Real Academia Española.
Su actividad como economista se ha caracterizado por centrarse en aspectos tales como la política industrial y la propia dinámica interna de la economía. Asimismo, ha sido considerado el precursor en su país de la denominada economía ecológica. Entre sus principales obras en esta disciplina destacan: Principios prácticos de localización industrial (1957), Realidad económica y análisis estructural (1959), Las fuerzas de nuestro tiempo (1967), Conciencia del subdesarrollo (1973), Inflación: una versión completa (1976), Conciencia del subdesarrollo veinticinco años después (1996) -junto con Carlos Berzosa- y El mercado y la globalización (2002).
Como novelista gozó de gran popularidad y éxito. Del conjunto de su producción literaria merecen especial mención los siguientes libros: La estatua de Adolfo Espejo (escrito en 1939, pero inédito hasta 1994), Congreso en Estocolmo (1951), El río que nos lleva (1961), El caballo desnudo (1970), La sonrisa etrusca (1985), la trilogía “Los Círculos del Tiempo” –formada por Octubre, octubre (1981), La vieja sirena (1990), Real sitio (1993)- , El amante lesbiano (2000) y La senda del drago (2006), Cuarteto para un solista (2011) escrito en colaboración con Olga Lucas.
Como humanista criticó la decadencia moral y social de Occidente, el neoliberalismo, la tecnobarbarie y el capitalismo salvaje.
Falleció en Madrid el  8 de abril de 2013, a los 96 años.



jueves, 21 de marzo de 2013

Agoitz / Aoiz






Leyendo El paseo de la aldea de Doralio1 (1764-1813) que transcurre en una calurosa tarde de verano, a orillas del Irati, en las inmediaciones de Aoiz, además de ese mundo bucólico de labriegos, pastores, segadores, pastorcillas, zagales… que sirve de marco  para disfrute y deleite del paseante, si analizamos someramente la estructura demográfica de la villa referida por don Benito Urtasun  en Aoiz “Temas de cultura popular” 290  encontramos: “La estadística de 1796 consigna 935 habitantes, de los que 524 son solteros, 353 casados y 58 viudos. Con relación a las profesiones  y situación social de las familias, se especifica que hay un cura-vicario y 4 beneficiados, 5 hidalgos, un escribano, 79 vecinos o familias de labradores, 4 comerciantes, 38 fabricantes y 34 artesanos; además un empleado con sueldo del  rey y otro de fuero militar. En 1802, en el Diccionario de la Real Academia de la Historia, se consignan 173 familias, con un total de 1040 personas.”

En el Diccionario geográfico de Madoz 2, Aoiz figura ya como cabeza de partido judicial de su nombre. Situado en el margen del río Irati, en el extremo oriental de un llano, donde la baten todos los vientos y goza de una clima muy saludable. Tiene 173 casas de regular fábrica, la municipal, cárcel pública, varias tiendas de comestibles, una escuela de primeras letras dotada con 2.400 reales, anuales, a la que asisten de 50 a 60 niños, otra frecuentada por 30 niñas poco más o menos, cuya maestra percibe de sueldo 4080 reales, y una iglesia parroquial bajo la advocación de San Miguel Arcángel, servida por un cura párroco llamado vicario, 6 beneficiados y varios subalternos; el edificio es capaz, magnifico, y su retablo mayor obra del famoso Ancheta.

La estadística de 1786 consigna 40 fabricantes de tejidos con 22 jornaleros, más 28 artesanos de diversos oficios. En 1802, don Manuel Abella, constatando la preeminencia de la agricultura, reseña en Aoiz una fábrica de papel, más dos batanes para la fabricación de paños y 70 maestros pelaires, que producían al año 600 piezas de 6 varas de largo y 3/4 de ancho en las que se invertía 3.000 arrobas de lana (más de 34.000 kg)

En cuanto al comercio, había mercado cada jueves  y feria cada 30 de septiembre.

En 1844 la originaria empresa Irati transportaba por el río, maderas para construcciones  La primera década del siglo XX la nueva sociedad “El Irati,  S.A” quedó ubicada en Ecay (Lónguida) Generaba 510 puestos de trabajo y por la serrería diariamente pasaban 40 tonelada de madera. La destilería producía 30 toneladas de carbón vegetal y varios ácidos  y alcoholes, acetonas, breas, etc.
Durante varios años, arribaron,  vía fluvial, 30.000 m3 de madera anualmente y 50.00 estéreos3 de leña. En 1908 se estableció la central eléctrica del Irati. Fue de gran importancia el ferrocarril eléctrico con el mismo nombre que enlazaba  Pamplona-Aoiz- Sangüesa. Hasta 1957 fue el principal medio de transporte.

1Manuel Pedro Sánchez-Salvador aparece censado por primera vez en Aoiz en 1788. en el Libro de Roldes del Ayuntamiento de Aoiz, nº 18. El poeta ocupa el número 10 de la lista de vecinos residentes en Barrio Irigoien. En 1791 se trasladará al barrio de Iribarren  y residirá en esta localidad hasta 1811.
2Pascual Madoz, Diccionario Geográfico, estadístico histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid (Tip de P. Madoz y L. Sagasti) 1845
3estéreo. m. Unidad de medida para leña, equivalente a la que puede apilarse en el espacio de un metro cúbico.

Hacia 1910, cuando se inició el declive de las antiguas industrias de hilaturas, así como la fabricación de papel, surgieron nuevas fábricas de chocolates, gaseosas, muebles y otra serrería en el paraje conocido como La Sierra.
Hasta 1954 la fábrica harinera desarrollaba una producción diaria de 14.000 Kg .

La economía de este municipio se ha basado fundamentalmente en los sectores secundario y terciario. De los 300 puestos de trabajo en 1965, pasó a 850 en 1975. El 79% de la población activa trabajaba en la industria. Las mujeres ocupan el 30% de los empleos.



En 1984, la industria y la construcción proporcionaba 628 puestos de trabajo y constituía el 61% del sector de población activa.
El sector servicios se configuraba por la actividad comercial y agrupaba a diferentes establecimientos con 238 empleados en total. El 90% de los establecimientos era de venta al por menor. Y representaba  el 36,7% de la población activa. En el sector agrario trabajaban menos de 30 personas, 23 de las cuales se dedicaban a otras actividades laborales. Y era equivalente al 2,3% de población activa. En conjunto, la configuración productiva del municipio se reparte en 34 explotaciones agrarias, 28 establecimientos industriales y 77 de servicios. 

          DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ACTIVA EN AOIZ (1996)



 En 1996 son 17 las personas que trabajan en el sector primario o agrario (agricultura + ganadería), lo que representa el 2,5% de la población activa, mientras que el sector  industrial genera 326 empleos, siendo significativo el descenso respecto  a los doce años anteriores.  En 1996 ocupa al 47,30% de la población activa, frente al 61% de 1984. El sector servicios es el que muestra mayor dinamismo con 346 empleos que representan el 50, 20% de la población activa.
El número de personas desempleadas era de 122, afectando aproximadamente  al 15,04%  de la población activa, siendo entre las mujeres donde más ha crecido la tasa de paro elevándose esta al 23,20%, duplicando con creces la de los hombres que se sitúa en el 10,30%



·      Sector agrario:
  Agricultura + ganadería.........................    17

·      Sector industrial:
Extracción  combustibles y minerales...      1                    
Industrias................................................ 262
Construcción............................................  63

·      Sector servicios:
Comercio + reparación
de vehículos + hostelería........................ 124
Transporte y comunicaciones................   41
Finanzas y seguros.................................. 17
Otros servicios........................................164

SECTORES DE DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR EDADES (2009)




Durante el siglo XX, la población de la villa fue creciendo de forma casi continua como se puede advertir observando la gráfica
                  


El aumento de habitantes, unido a la demanda de viviendas obligó a redactar el plan de Ordenación Urbano. Lo sabe muy bien Francisca Oroz Rey quien ha venido recopilando datos sobre el municipio y ha tenido la cortesía de presentarnos un resumen sobre el trabajo realizado.
       









URBANISMO COMERCIO E INDUSTRIA                     Por Francisca Oroz Rey

AOIZ 1950-1980

Este es un pequeño resumen del estudio que he realizado mostrando y analizando los datos recogidos correspondientes a esas 3 décadas.
Siempre he tenido curiosidad por saber y recordar como era el Aoiz que yo conocí, y ese interés, me llevó a lo que al final plasmé en este estudio.

Lo he dividido en 2 partes:

  . URBANISMO, cuyos datos están tomados de los “Proyectos de Urbanización“ del Archivo Municipal de Aoiz
  . COMERCIO E INDUSTRIA, con datos tomados de las “Hojas de Riqueza  Industrial “ también del Archivo  Municipal de Aoiz.

La toma de datos comienza con los correspondientes a 1950, pasada la época de la postguerra y empezando a mejorar las condiciones sociales y laborales. Un cambio muy grande en el aspecto económico, es la suspensión del sistema de cupones de racionamiento en 1952.
En el ámbito de Urbanismo, se relacionan las calles existentes en 1950 y 1980, estableciendo una comparación entre los planos correspondientes a esos años.
Se indican algunos datos de “ PROYECTOS DE URBANIZACIÓN”, como por ejemplo:

         29/9/1953    Se inauguraron las Chantreas: 52 viviendas promovidas por el                                                   Patronato Nacional.
          1963      Se terminaron 120 en el barrio de la Misericordia o Irigai Auzoa,  al  norte de la villa promovidas por la Cooperativa local.
            1963      Se pavimentó la Plaza de los Mártires (hoy  Plaza de Baja Navarra)
            1967     19 viviendas para los Camineros, al NO de la localidad.
            1970      Nueva fase con 140 viviendas en barrio Misericordia (Irigai Auzoa)    
       1972-1973 Construcción de 11 viviendas unifamiliares en área urbana y en
                                  la zona norte de la población.  
             1973     Proyecto de 21 viviendas P. Arbizu ( Toki Eder )
       1974-1975  Construcción de 6 viviendas unifamilaires en casco urbano y periferia                               1975-1976  Se construyen 53 en área  de Silverio.

                   
En cuanto a los datos de comercios y actividades industriales, se adjunta a la descripción del comercio, el nombre del propietario, por ejemplo:

 2 FONDAS – Enrique Castellano y Roque Ibero

Se relacionan los profesionales dados de alta en el  Ayto., indicando la actividad que ejercían: albañiles, carpinteros, barnizadoras, modistas…
En el aspecto comercial, se detalla la distribución de comercios por calles con nombre del propietario y fechas de alta y baja y en cuanto al ámbito industrial, se enumeran las fábricas existentes en el Polígono Industrial y los talleres en el pueblo: mecánicos, de carpintería….

Para no limitarme a recopilar datos, he querido añadir algunos recuerdos (unos míos, otros prestados). Por ejemplo:
  .         La ropa se compraba en las tiendas de confecciones y en “TAPIZ “ y “LOS ZAMORANOS” que iban por las casas y era habitual pagar a plazos.
  .         El basurero estaba entre el Matadero y el Puente Negro.

Y, lo que empezó siendo solo un interés por saber cosas, acabó convertido en un montón de datos, de los que saqué las siguientes conclusiones :
El tamaño del casco urbano, se duplica en estos 30 años. Apenas aumenta el número de calles, pero en cada una de ellas, se ubican una considerable cantidad de edificios y un gran número de viviendas.
La expansión se debe en buena parte a la creación de empleo derivada del establecimiento de nuevas industrias a partir de los años 60.
La incorporación de la mujer a dichas industrias, lleva consigo una gran mejora en la economía de las familias, que se plantean la adquisición de vivienda (construidas en régimen de cooperativas) dejando atrás los años del alquiler.
Los nuevos sistemas de producción acaban con los pequeños talleres, que son sustituidos por fábricas con su trabajo mecanizado.
La difusión del automóvil, es quizá el factor con mayor influencia en el cambio que se produce en el ámbito comercial en Aoiz durante estas 3 décadas. La posibilidad de disponer de un coche, y la cercanía a la ciudad, hacen que Aoiz pase de ser un pueblo que se autoabastece, que consume lo que produce, a una población cuyos habitantes adquieren los productos que necesitan en Pamplona.
Y si bien desde el punto de vista urbanístico en ese período el pueblo crece y se expande, en el ámbito comercial esos años marcan el principio de una contracción que ha seguido produciéndose en las décadas posteriores.

                                                      


         
                                                                                                                                                                          

Todavía podemos hallar inscripciones labradas en las dovelas de los arcos de algunos portalones del casco antiguo, cuya leyenda queda expresada en los rótulos.