viernes, 9 de agosto de 2019

Recordando a Toni Morrison


El fragmento que he seleccionado  corresponde al inicio del ensayo Idealizar la esclavitud  en el que Toni Morrison se pregunta cómo se llega a ser racista o sexista. Y su respuesta es que se aprende a alterizar con el ejemplo. Y  los sistemas utilizados por los países para consentir la degradación de la esclavitud fundamentalmente son dos: uno la fuerza bruta y otro consiste en idealizarla, es decir, hacerla aceptable  e incluso preferible, humanizándola, con el falso alegato de que los esclavos se controlan solos y lo único que desean es servir. Lo hacen por instinto natural.

    Toni Morrion concluye diciendo que su bisabuela despertó en ella una inquietud que ha influido en gran parte de su obra. Ojos azules (1970) fue su primera exploración al daño provocado por el daño racial a uno mismo. Y narra la historia de una niña negra, Pecola, que quiere tener los ojos del color de las muñecas de las niñas blancas.

  Más tarde analizó el concepto contrario, la superioridad racial, en  Paraíso (1997). Ambientada en un pueblo imaginario de Oklahoma, la trama argumental sirve de pretexto para referir la historia de los afro-americanos desde los siglos de la esclavitud  hasta los años de la contracultura.

   Y En la noche de los niños (2015) trató el triunfalismo y el engaño fomentados por la discriminación basada en el tono y color de la piel. Habló de sus defectos, su arrogancia y, en última instancia, su autodestrucción.

  También procuró analizar el efecto de la educación y ver cómo se pasa de un seno materno no racial al racismo, a pertenecer a una existencia concreta determinada por la raza. Se preguntaba qué es la raza y por qué tiene importancia. Y la respuesta se concreta en que la raza es la clasificación de una especie y nosotros somos la raza humana, sin más.

   La escritora estadounidense Toni Morrison  (Chloe Anthony Wofford) , fallecida hace  apenas cuatro días en Nueva York  (5 de agosto de 2019), a los 88 años había nacido en Lorain (Ohio) en 1931.  En 1949 ingresó en la Universidad de Howard, donde se incorporó a un grupo de teatro universitario. En 1955 realizó un curso de posgrado de Literatura inglesa en la Universidad de Cornell; más tarde sería profesora de las universidades de Texas y Howard. Estuvo casada desde 1958 hasta 1964 con Harold Morrison un arquitecto jamaicano, de quien tomó su apellido. Y tuvieron dos hijos.

  En 1964 abandonó la enseñanza para trabajar como editora literaria  en Nueva York.. Sus novelas se centran en los problemas de las comunidades negras y especialmente en lo referido a las mujeres, A su primera novela publicada Ojos azules (1970) le sucedió Sula (1973) basada en la confrontación generacional entre  dos mujeres. Con La canción de Salomón (1977) obtuvo un notable éxito respaldado por la crítica, En Beloved (1987) explora la relación entre historia. poder e identidad.

    En 1993 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.

lunes, 29 de julio de 2019

Tres poemas de Carmen Jodra


HASTÍO


El bello mundo me produce asco.
Si pudiera, lo haría
saltar en pedacitos por los aires,
y con él a mí misma.
Yo no pedí vivir; si Tú me hiciste,
es tu culpa, y no mía.
Atrévete a juzgarme si tu pobre
criatura se suicida.


                         De Las moras agraces (Hiperión, 1999)




SEÑORES, YO SÉ BIEN DE LOS VENENOS...

Señores, yo sé bien de los venenos
de la literatura:
la tiranía impúdica y terrible
de una Belleza impura
que nos mancha los labios de palabra,
los ojos de figura
y el cerebro de sueños o pecados,
en flagrante, diabólica impostura.
No la deseo a nadie, y nadie
debe desearla nunca,
pero benditos los que se someten
a su mirada oscura.

                                                         Carmen  Jodra Davó

La poeta Carmen Jodra Davó (Madrid, 1980), licenciada en Filología Clásica y bibliotecaria, con su libro Las moras agraces (1999) , a los 18 años obtuvo el premio Hiperión en su XIV edición. El acta del jurado subrayó entonces «la aparición de una nueva voz de amplio registro y sorprendentes hallazgos inscrita en el corazón de la tradición con un lenguaje propio de su edad» Rincones sucios (Bella Varsovia, 2004) fue su segundo poemario.
En sus poemas rinde tributo  y  recuerda a Góngora, Miguel Hernández, Oscar Wilde, utilizando con frecuencia  en sus composiciones el soneto.
Obtuvo una beca de creación otorgada por el Ayuntamiento de Madrid para permanecer en la Residencia de Estudiantes durante los años 2004–2006. Y sus poemas se han incluido en varias antologías entre las cuales La generación del 99 (ed. José Luis García Martín; Oviedo, Nobel, 1999).  Antología de las mejores poesías de amor en lengua española (ed. Luis María Anson; Barcelona, Plaza y Janés, 2000 , Aldea Poética II (ed. Antonio Pastor Bustamante; Madrid, Ópera Prima, 2000, Un siglo de sonetos en español (ed. Jesús Munárriz; Madrid, Hiperión, 2000).

Ha sido la también poeta y editora Elena Medel quien ha dado a conocer la noticia de su reciente fallecimiento, acaecido  el 24 de julio de 2019, a los 38 años.

sábado, 20 de julio de 2019

Cuentos desde la otra orilla


Releo estos días de verano en los que se conmemora los cincuenta años de la llegada del hombre a la luna, Cuentos desde la otra orilla de José María Domench García (1948-2019)  (Sahats, Pamplona 2017)
José María Domench, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, se dedicó a la edición de libros, primero como redactor de la Editorial Salvat y posteriormente en Sahats servicios editoriales y Arrako Ediciones.

Publicó diversos libros sobre viajes, fotografía, gastronomía, tradiciones y costumbres entre las que cabe citar las guías de Navarra, País Vasco y España (Anaya, 1994), Recorridos por la gastronomía navarra (Diario de Noticias, 1996) Excursiones por el País Vasco (El País-Aguilar,1997), Visita La Rioja y Visita Navarra  (Everets, 1998-1999), Navarra en blanco y negro (Espasa Calpe, 2000)  y fue asiduo colaborador de Diario de Navarra.

En el exordio que precede a estos cuentos, Pedro Lozano Bartolozzi puso de manifiesto: Esperaba encontrar en ellos un trabajo de estilo costumbrista o anecdótico, tal vez discretamente autobiográfico, pero a juzgar por los títulos tan variados y sugerentes se trataba de cuentos inquietantes, inesperados, turbadores, con un toque surrealista.
     Indudablemente recordaban planteamientos oníricos, pesadillas, temores, desasosiegos, zozobras, con personajes habituales, en ambientes normales, que súbitamente, repentinamente, saltaban a planos dramáticos, imaginados, quiméricos o reducidos a fracasos, incertidumbres o peripecias, a veces absurdas, a veces realistas.
     Es evidente la influencia de Kafka, de Edgar Allan Poe, del teatro de Beckett, de autores como Apollinaire, Jean Cocteau y hasta de la novela negra. El estilo, sin embargo, es directo, coloquial, sencillo, nada rebuscado ni envuelto en oropeles o falso barroquismo. De lo más accesible por ser claro y preciso. Se adivina al periodista que ejerce de literato.

El libro consta de 164 páginas distribuidas en 31 relatos. La ilustración de la portada es obra de Elena Goñi, expresamente realizada para el relato La noche de su vida, el primero de ellos, cuyo protagonista es un hombre que no logra conciliar el sueño. El siguiente, El cuidador de alzheimer ,aún después de muerto quiso seguir cuidando a su mujer. En un tercero, la fila interminable esperando  conseguir entradas para ir al cine tiene algo de  recurrente pesadilla. Lo mismo que La siesta, aunque para la mujer protagonista, al final el sueño tuvo un carácter reparador.
. Son varios los temas que se plantean: el amor, la vida, la muerte, la amistad y el paso del tiempo, el trabajo, la enfermedad, la violencia -como es el caso de la ejercida por unos mozalbetes hacia un niño- en La ruptura. O la violencia de género y sus derivas que se advierte  en El aspirador. La dependencia de los jóvenes respecto a las pantallas, nuevas tecnologías y sus consecuencias, prefiriendo la realidad virtual al mundo real queda reflejada en Videoshock  y El aerófobo. El sentido del humor se pone de manifiesto en La caravana, Bruno, el levitador, Mantis amantis
El último relato,  Un  hombre con el corazón en la mano, deja entrever la soledad, la enfermedad, el deseo de morir.
En suma, un libro que se deja leer, ameno, que nos conduce a situaciones inesperadas, imprevisibles,  carentes a veces de toda lógica, pero que suponen una  apuesta por la libertad y el disfrute de la vida.

domingo, 30 de junio de 2019

Wagner (1813-1883)


Richard Wagner (1813-1883) compositor alemán nacido en Leipzig y fallecido en Venecia. Al margen de las vicisitudes de su vida, en sus óperas adquirió especial importancia el leitmotiv, las voces, tratadas como un instrumento más. Fue un renovador de la ópera y creó el drama musical.



viernes, 28 de junio de 2019

Verdi (1813-1901)


El músico italiano Giuseppe Verdi (1813-1901) fue uno de los grandes renovadores de la ópera del siglo XIX. Sus composiciones alcanzaron una gran popularidad.

Su producción puede dividirse en tres periodos

En el primero destacan títulos como Nabucco (1842), Rigoletto (1851) y La Traviata (1853)

En el segundo, Don Carlos (1867) y Aida (1871)

En el tercero Otello (1887) culminación de la ópera trágica y Falstaff (1893)
cumbre de la ópera cómica.

Con su Réquiem (1874) quiso conmemorar la muerte del novelista Alessandro Manzoni (1785- 1873)