lunes, 29 de septiembre de 2014

Dos poemas de Álvaro Cunqueiro

 
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ESTE ES EL PUNTO EXACTO…


Este es el punto exacto.

                                                Aquí

-entre la cuerda rota
e inmóvil de las horas-
                                              se para
                                              cristalina
                                              la rueda de la noche.
Aquí
-la luna entre salas desiertas
de madurez-
                                              comienza
                                              silenciosa
                                              la rueda del alba.


                                   De Mar ao Norde 1932
                                                   
                                                                   Álvaro Cunqueiro
        
 

           

 PUERTO


Sol:
         Cinco ventanas colgadas
         de la misma alba rosa:
         vivas,
                     intactas,
                                       desnudas,
         con anhelos de manos,
         como espejos de mástiles.
Sombra:
          Cinco ventanas colgadas
          de la misma alba turbia:
          calladas,
                             llanas,



                                          duras,
           sin afanes de presencia,
           sin afanes de huida.
Siempre:
           Cinco ventanas: sólo.

                            * * *


                                                    De Mar ao Norde 1932
                                                   
                                                                   Álvaro Cunqueiro





Álvaro Cunqueiro


Álvaro Cunqueiro Mora (Mondoñedo, 1911- Vigo 1981) Poeta, novelista, dramaturgo, periodista, y traductor escribió en gallego y castellano.
Tras cursar el  bachillerato en Lugo, en 1927, se matriculó en Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela.
Como escritor se inició en el periodismo al tiempo que cultivaba la poesía adscrita a los movimientos de vanguardia.Publicó su primer libro de poemas, Mar ao Norde -Mar al norte-, en 1932, seguido por Poemas do sí e non -Poemas de sí y de no- en 1933, Dona do corpo delgado - Muchacha de cuerpo delicado- en 1950, Cantiga nova que se chama Ribeira - Cantiga nueva que se llama Ribeira- en 1933, Elegías y canciones (1940) y Herba aquí ou acolá -Hierba aquí o allá- en 1980.
Entre sus obras narrativas escritas en gallego destacan: Merlim e familia (Merlin y famlia, 1958), Las crónicas del Sochantre (1959), Escola de menciñeiros (Escuela de curanderos, 1960), Si o vello Sinbad volvese as illas (Si el viejo Simbad volviese a las islas, 1962) y Xente de aquí e de acolá (Gente de aquí y de allá, 1964). En castellano escribió las novelas: Un hombre que se parecía a Orestes (Premio Nadal 1968) y Vida y fugas de Fanto Fantini (1972)
Como dramaturgo hay que mencionar O incerto señor don Hamlet, príncipe de Dinamarca (El inseguro señor Hamlet, príncipe de Dinamarca, 1958), A noite vai coma un río (La noche va como un río, 1960) y Palabras de víspera
Aunque cultivó todos los géneros fue más conocido por su obra narrativa escrita ya en plena madurez. Su gran poder imaginativo conjugado con su afición por las leyendas tradicionales y unido a  la vivacidad expresiva dieron lugar a un estilo impecable, no exento de lirismo y sentido del humor.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Dos poemas de Celso Emilio Ferreiro


 SPIRITUAL

Quizá  mañana
cuando mi mirada
no brote en la luz
como pobre amapola de agua,
venga la soledad.

Pero hoy canto en libertad
y mientras canto
no estoy aislado,
pues el corazón va conmigo
y con él hablo.

Beberé el paisaje
en un amanecer de lirios.
Las campanas del mar
en los vientos fugitivos.

Cada momento un pájaro,
cada pulso un latido.
Una espada de lluvia
cortando la flor del viento.

Ni las miradas torvas,
ni los labios esquivos,
ni las voces enemigas,
ni los hombres miserables.

Viviré como el fuego
encendido en la noche.
Tendré cumbres de estrellas,
cantaré para los hombres.

Estoy conmigo mismo.


                                                      Celso Emilio Ferreriro


NIÑO HUÉRFANO CON CABALLOS AL FONDO


Pasaron  los caballos de la noche
y vino el alba.

Madre,
éste es el país de las lágrimas.
Pasaron los caballos de la noche
galopando.
Madre,
éste es el país del llanto.
Como una luciérnaga solitaria,
estar quisiera
lleno de luz en los caminos.
Pasaron los caballos de la noche
como un viento negro.
Madre,
los caballos me dejaron huérfano.
                                                          

                                                           Celso Emilio Ferreriro

   





Celso Emilio Ferreiro










Celso Emilio Ferreiro nació en Celanova (Orense) en 1914 y murió en Vigo en 1979. Hijo de campesinos acomodados estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Fue cofundador de la Federación de Mocedades Galeguistas en 1934  y también de la Union do Pobo Galego en 1963.  Aunque ya había escrito algunos libros de poemas como Cartafol de poesía (Cartapel de poesía, 1935) y O sono sulagado (El sueño sumergido, 1954, Longa noite de pedra (Larga noche de piedra, 1962) se considera su obra poética más importante.
 En 1966 se marchó a Venezuela donde dirigió un periódico de la hermandad Gallega. Allí seguiría escribiendo y publicando   Viaxe ao país dos enanos (Viaje al país de los enanos, 1968) y Terra de ningures (Tierra de ninguna parte,1969). También bajo el seudónimo de Arístides Silveira publicó las Cantigas de escarnio e de maldecir (1968), Antipoemas (1969), Autoescolha poética (Autoantología poética, 1972), Cimenterio privado (1973).
En 1973 regresó a España instalándose en Madrid desde donde dirigió la cátedra de cultura Gallega del Ateneo de Madrid.
Su bibliografía en castellano está formada por Al aire de tu vuelo (1941), Baladas, cantigas e donaires (1947) y Voz y voto (1955).
Celso Emilio Ferreiro fue un poeta que, según los críticos y estudiosos de su obra,   jamás se dejó llevar por la facilidad de su verbo. Su poesía se caracteriza por el hondo contenido social. Onde o mundo se chama Celanova (Donde el mundo se llama Celanova, 1975)

Entre sus libros en prosa : A fronteira infinida (La frontera infinita ,1972) y A taberna do galo(1978).
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martes, 23 de septiembre de 2014

Dos poemas de Rosalía de Castro


MEDITACIÓN EN EL UMBRAL

No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.
Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modo de ser.
                                                 Rosalía de Castro ( 1837-1885)


DEL RUMOR CADENCIOSO DE LA ONDA...

Del rumor cadencioso de la onda
y el viento que muge;
del incierto reflejo que alumbra
la selva o la nube;
del piar de alguna ave de paso;
del agreste ignorado perfume
que el céfiro roba
al valle o a la cumbre,
mundos hay donde encuentran asilo
las almas que al peso
del mundo sucumben.
                                              Rosalía de Castro ( 1837-1885)
 




 
Rosalía de Castro





La poeta Rosalía de Castro (1837-1885) nació el 24 de febrero de 1837 en Santiago de Compostela. Hija de Mª Teresa de la Cruz  de Castro , madre soltera  y de un seminarista. Su nodriza le enseñó la lengua gallega y le hizo conocer la poesía popular en esa lengua. En Madrid, ciudad donde se trasladó por cuestiones familiares en 1856, conoció a Manuel Murguía, con el que se casó dos años más tarde y quien la puso en contacto con Bécquer y su círculo literario. En 1857 publicó su primer libro , La Flor, al que siguieron Cantares gallegos(1863), y Follas Novas,  (1880), ambos en gallego. Su obra principal, En las orillas del Sar, se publicó en castellano en 1884. Dos de sus  siete hijos fallecieron. Su salud fue delicada y su temperamento claramente depresivo. Desde 1874 vivió en Galicia, y murió el 15 de julio de 1885 en Padrón o Iria Flavia (La Coruña), a los 48 años.

 
Casa -museo de Rosalía de Castro en Padrón
Con Cantares gallegos contribuyó, junto a Curros Enríquez y Pondal, al Rexurdimento y revitalización cultural de Galicia. El libro presenta reminiscencias de la antigua lírica galaico-portuguesa, de origen provenzal, especialmente de la popular, con notables innovaciones métricas, y protesta contra el centralismo castellano y la vida miserable del campesino gallego que le obligaba a emigrar.
Por su parte, en Follas Novas (Hojas nuevas,1880) , ve el mundo como adversidad, y la existencia humana como dolor. A pesar del carácter intimista, la autora se siente solidaria con los problemas sociales.
En las orillas del Sar –río que pasa por Padrón- y que hace exclamar a la utora :
         ¡Cuán hermosa es tu vega! ¡Oh, Padrón! ¡Oh, Iria Flavia!
destaca su carácter innovador.  Sus poemas suponen un punto de partida de la lírica moderna. Rompen con las formas métricas de su tiempo y presentan unas imágenes inquietantes y muy poco tradicionales. La emoción personal ante la felicidad que nunca se consigue resume la tremenda inutilidad que  implica la aspiración a la belleza sobrenatural. Algunos de sus símbolos inspirarán a Antonio Machado. Por su parte, Juan Ramón Jiménez la sitúa entre los predecesores del Modernismo.
Sus obras en narrativa fueron escritas en castellano durante su juventud  e incluye títulos como La hija del mar, Flavio, Ruinas, El caballero de las botas azules.En ellas entra en juego dignificar el trabajo y la vida de las mujeres. Tal vez por ello es considerada por la crítica como pionera del feminismo.

sábado, 30 de agosto de 2014

Tres poemas de Vicente Aleixandre

 
EL POETA SE ACUERDA DE SU VIDA


Perdonadme: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son al sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora
o cuando el día cumplido estira el rayo
final, ya en tu rostro acaso.
Con tu pincel de luz cierra tus ojos.
Duerme.
La noche es larga, pero ya ha pasado.

                                                  De Poemas de la consumación

                                                 Vicente Aleixandre




HUMANA VOZ


Duele la cicatriz de la luz,
duele en el suelo la misma sombra de los dientes,
duele todo,
hasta el zapato triste que se lo llevó el río.

Duelen las plumas del gallo,
de tantos colores
que la frente no sabe qué postura tomar
ante el rojo cruel del poniente.

Duele el alma amarilla o una avellana lenta,
la que rodó mejilla abajo cuando estábamos dentro del agua
y las lágrimas no se sentían más que al tacto.

Duele la avispa fraudulenta
que a veces bajo la tetilla izquierda
imita un corazón o un latido,
amarilla como el azufre no tocado
o las manos del muerto a quien queríamos.

Duele la habitación como la caja del pecho,
donde las palomas blancas como sangre
pasan bajo la piel sin pararse en los labios
a hundirse en las entrañas con sus alas cerradas.

Duele el día, la noche,
duele el viento gemido,
duele la ira o espada seca,
aquello que se besa cuando es de noche.

Tristeza. Duele el candor, la ciencia,
el hierro, la cintura,
los límites y esos brazos abiertos, horizonte
como corona contra las sienes.

Duele el dolor. Te amo.
Duele, duele. Te amo.
Duele la tierra o uña,
espejo en que estas letras se reflejan.

                                   De  La destrucción o el amor


                                                           Vicente Aleixandre




REPOSO

Una tristeza del tamaño de un pájaro.
Un aro limpio, una oquedad, un siglo.
Este pasar despacio sin sonido,
esperando el gemido de lo oscuro.
Oh tú, mármol de carne soberana.
Resplandor que traspasas los encantos,
partiendo en dos la piedra derribada.
Oh sangre, oh sangre, oh ese reloj que pulsa
los cardos cuando crecen, cuando arañan
las gargantas partidas por el beso.


Oh esa luz sin espinas que acaricia
la postrer ignorancia que es la muerte.

                                           De Espadas como labios

                                                        Vicente Aleixandre









Vicente Aleixandre


El poeta Vicente Aleixandre nació en Sevilla en 1898, pero su infancia transcurrió en Málaga y a  los trece años se trasladó con su  familia a Madrid. Estudió Derecho y Comercio en la Universidad de Madrid. Fue profesor de Derecho  Mercantil. En 1925 enfermó de tuberculosis y pasó un periodo en un sanatorio de la sierra de Guadarrama que lo mantuvo alejado de la vida cultural y social. A partir de entonces se dedicó a escribir.
Perteneciente a la Generación del 27 y miembro de la Real Academia Española desde 1949 fue  uno de los grandes  valores de la poesía del siglo XX.
 A su primer libro, Ámbito (1928) de carácter intimista y próximo a la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, siguieron Espadas como labios  (1932) de influencia surrealista, Pasión de la tierra ( 1935) donde se pone de manifiesto la importancia que adquiere el subconsciente y el mundo onírico, La destrucción o el amor (1935) supone la madurez literaria del poeta,  Sombra del paraíso ( 1944) es un canto a la luz desde la oscuridad. El tema es el universo, un mundo paradisíaco donde los elementos de la naturaleza irradian hermosura y amor. En  Mundo a solas (1950), Nacimiento último  (1953), Historia del corazón  (1954), En un vasto dominio (1962), Poemas de la consumación  (1968), Diálogos del conocimiento  (1974) adopta una actitud más esperanzada. El hombre, el conocimiento y la pasión amorosa adquieren mayor importancia. Póstumamente se publicó En gran noche ( 1991).
La expresión barroca, la presencia del simbolismo y la utilización del verso libre son características que conforman sus obras.

En prosa: En la vida del poeta. El amor y la poesía (1950), que fue su discurso de ingreso en la Real Academia Española y  Los encuentros (1958) libro de retratos y semblanzas de escritores y poetas de seis generaciones literarias. Luis de Góngora, Baroja, Salinas, García Lorca o Emilia Pardo Bazán son algunos de los que desfilan por sus páginas. Profundiza en la humanidad de cada uno de ellos, describiendo sus gestos y presencia.

En 1934 fue Premio Nacional de Literatura y en 1977 recibió el Premio Nobel de  Literatura.

Falleció en Madrid en 1984, a los 86 años. Su casa de Madrid de la calle Velintonia,  en los últimos años de su vida fue un centro de tertulias literarias a la que acudían intelectuales y poetas