miércoles, 30 de septiembre de 2015

Capricho 77: Unos a otros

                                                                


CAPRICHO 77



UNOS A OTROS

Dos viejos decrépitos montados en otros dos, pican -a guisa de toro- un cesto con dos astas que lleva un hombre sobre su cabeza y espalda.
Aún siendo los hombres unos carcamales se torean unos a otros.


El tiempo ha consumado tu carrera

y ahora sueñas un toro de cartón,
pues no puede tu viejo corazón
revivir en tu sangre primavera.

¿Por qué picas engaños y quimera
si te queda en el juego la ilusión?
Redime el tiempo y gana la razón,
perdida juventud, pasión torera.

Caprichos no se ganan, ni mentiras
se venden ni torean en la plaza.
El toro muere o mata a quien le acosa,

en juegos de verdades. Si le miras,
toréale de frente en fuerza y raza
que aún te queda un alma pudorosa.


Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006


miércoles, 23 de septiembre de 2015

Capricho 44: Hilan delgado



CAPRICHO 44


HILAN DELGADO



Una vieja sentada hilando; a su derecha otra que le ayuda. Enfrente una tercera con una escoba en la mano.
En segundo término, colgados del techo, una porción de niños.
Hilan delgado y la trama que urden ni el diablo la podrá deshacer.




De espaldas a la muerte va tejiendo
el hombre su comedia y su destino.
Dibujo y trama en oro, seda o lino
las artes de los años van urdiendo.

El sueño, fantasía va poniendo.
Razón, quitar procura desatino.
Dolor, anuda trama. Así el camino,
tejido paso a paso, va creciendo.

Mantiene ritmo y golpe la esperanza.
Memoria en el recuerdo se convida.
Amor se alegra en el amor logrado.

Y al fin de la jornada, sólo alcanza
a saber que la trama ya está urdida
y no hay mano que suelte lo entramado.




Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006


 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Capricho 52: Lo que puede un sastre

                                                       


 CAPRICHO 52


LO QUE PUEDE UN SASTRE


Colocada en las ramas de un árbol una sábana desplegada, ante la cual, por tener forma de imagen, se arrodilla con fervor una multitud de gentes.
La superstición hace que todo pueblo se prosterne y adore un tronco cualquiera.


Desde dentro las cosas son y nacen:
el árbol, la pasión, el pensamiento.
No se sabe, desnudas como el viento,
si complican la vida o satisfacen.

El hombre las posee y tanto placen
que busca complacencia en su argumento,
cambiando condición y dando acento
según instinto pide o modas hacen.

Y así con fingimientos pasa y vive
mirando desde fuera y no sabiendo
si es alma o vestimenta que posee.

Y al punto de juzgarlas no concibe
que el pobre corazón le fue mintiendo
con falsos argumentos que no cree.

Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Capricho 39: Hasta su abuelo


                                                                              


 
-->
CAPRICHO 39


HASTA SU ABUELO


Sentado en una vieja silla moscovita se ve un asno que tiene entre sus manos un libro, en el que están grabados una serie de semejantes suyos.
A este animal le han vuelto loco las genealogías.



La vida no es historia ya pasada.
Ni libro de familia y apellido
nobleza dan. El hombre nunca ha sido
porción de tiempo en tinta impresionada.

Historia no es la gesta ya datada
ni el hombre es nombre en tiempo esclarecido.
El hombre es uno, solo y definido,
pasión que grita y reflexión callada.

Historia obliga y nombre y casa marcan.
El tiempo sigue y gloria no se agota
y puedes darte gesta, nombre y casa.

Si tu alma y pensamiento no se embarcan
en gesta y aventura, tendrás rota
esa vida que en vientos se te pasa.




Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006



lunes, 31 de agosto de 2015

Capricho 7: Ni así la distingue





CAPRICHO 7


NI ASÍ LA DISTINGUE

En primer término una enamorada pareja. El caballero mira a  la dama con un grueso lente. Más lejos dos mujeres sentadas.
Para conocer lo que es no basta el anteojo; se necesita juicio.


Amor no es el deseo que se enciende
fingiendo cercanía, estando lejos.
El amor no conoce más que viejos
caminos, que al andarlos, ve y entiende.

Ni aprecia la verdad ni la comprende
si a distancia tan sólo y en reflejos
de cristal certifica. Nunca espejos
copiaron libros donde amor se aprende.

Estar cercano es concebir al hombre,
tener el juicio claro, el alma fuerte
y ver cómo el deseo quema y prende.

Que sólo en el amor se encuentra el nombre
que define esta vida y esta muerte
que todos miran, ven y nadie entiende.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006






martes, 25 de agosto de 2015

Capricho 6: Nadie se conoce

 
CAPRICHO 6


NADIE SE CONOCE


Una multitud de máscaras, mujeres y hombres, forman diversos grupos o se pasean. En primer término una dama sentada escucha sonriente
los galanteos de un personaje que ciñe una ridícula espada de madera.
El  mundo es una máscara; el rostro, el traje y la voz, todo es fingido; todos quieren aparentar lo que no son, todos se engañan y nadie se conoce.


Primero fue el misterio y no hubo nada.
Después los cálculos, el miedo, el frío.
Cuando vino la luz se vio el vacío
y su sombra de miedo iluminada.

Corriendo el tiempo, se hizo su morada
el hombre con sus hijos, junto al río.
Vióse en agua y sintió un escalofrío
pues agua espejo fue de polvo y nada.

Después vino el temor y la conciencia
certera iluminó su negra sima.
De entonces data la comedia y feria

de máscaras y farsas. Esta conciencia
que el hombre tiene para echarse encima
disfraz que oculte su total miseria.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006


martes, 18 de agosto de 2015

Capricho 56: Subir y bajar

 
CAPRICHO 56


SUBIR Y BAJAR


 Un sátiro, sentado en tierra, con sus hercúleos brazos levanta por los pies un sujeto vestido de bordada saca, cubierto el pecho de cruces y bandas y cuya cabellera y manos despiden humeantes llamas. Dos personajes de lo alto boca abajo.
                   La fortuna trata muy mal a quien la obsequia.
          Paga con humo la fatiga de subir y al que ha subido le castiga con precipitarlo.


El hombre, como el agua, cuando sueña
a fuerza de llorar se vuelve río.
Cuando alcanza poder y señorío
alcanza cauce y rompe tronco y peña.

El miedo no le turba y se despeña
en cascada luciendo su albedrío.

Amor no le tortura y en su avío

cuanto ojo mira tiene y alma empeña.

Cuando agua se envanece se hace nube,
remonta el aire, crece y tal se piensa
que es pájaro y en celos vuela y canta.

Con hueco corazón asciende y sube.
A lluvia revertida, mansa o densa,
en tierra cae y con dolor se espanta.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006