martes, 25 de agosto de 2015

Capricho 6: Nadie se conoce

 
CAPRICHO 6


NADIE SE CONOCE


Una multitud de máscaras, mujeres y hombres, forman diversos grupos o se pasean. En primer término una dama sentada escucha sonriente
los galanteos de un personaje que ciñe una ridícula espada de madera.
El  mundo es una máscara; el rostro, el traje y la voz, todo es fingido; todos quieren aparentar lo que no son, todos se engañan y nadie se conoce.


Primero fue el misterio y no hubo nada.
Después los cálculos, el miedo, el frío.
Cuando vino la luz se vio el vacío
y su sombra de miedo iluminada.

Corriendo el tiempo, se hizo su morada
el hombre con sus hijos, junto al río.
Vióse en agua y sintió un escalofrío
pues agua espejo fue de polvo y nada.

Después vino el temor y la conciencia
certera iluminó su negra sima.
De entonces data la comedia y feria

de máscaras y farsas. Esta conciencia
que el hombre tiene para echarse encima
disfraz que oculte su total miseria.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006


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