Albert Camus |
Cuando se cumplen cien años de su nacimiento, he
aquí la carta que Albert Camus escribió a uno de sus maestros, Louis Germain, al recibir el premio Nobel de literatura en 1957. Junto a su madre era la
persona a quien recordaba con enorme gratitud como puede comprobarse en El
primer hombre, obra en la que se
hallaba trabajando en el momento de su muerte y en la que narra su infancia en
Argelia. Evoca a sus padres: su progenitor muerto en la Primera Guerra Mundial
y a quien no llegó a conocer y su
madre, mujer sacrificada y silenciosa, a quien admira. Además de su familia refiere sus juegos
infantiles, la escuela, sus profesores. En esos recuerdos cobran sentido el
mundo, el dolor, la tierra, la madre, los hombres, el desierto, el honor, la
miseria, el verano y el mar.
Hijo de un campesino francés y de una española natural de Mahón (Menorca) , Albert Camus nació en Mondovi (actualmente Drean,
Argelia), el 7 de noviembre de 1913, y comenzó a estudiar Filosofía en la Universidad
de Argel, pero tuvo que abandonar
sus estudios debido a una
tuberculosis. Formó una compañía de teatro de aficionados que representaba
obras dirigidas a las clases trabajadoras; también trabajó como periodista y
viajó mucho por Europa. En 1939, publicó Bodas, un conjunto de artículos
que incluían reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes. En 1940, se
trasladó a París y formó parte de la redacción del periódico Paris-Soir. Durante la II
Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia francesa contra la
ocupación alemana y, de 1945 a 1947, director de Combat, una publicación
clandestina.
Su consagración literaria llegó con la novela corta El
extranjero (1942) y el ensayo El mito de Sísifo (1942) , ambas revelan
la influencia del existencialismo.
De las obras de teatro que desarrollan temas con este pensamiento probablemente, Calígula (1945) es una de
las más conocidas. Aunque en su novela La peste (1947) Camus todavía se
interesa por el absurdo fundamental de la existencia, reconoce el valor
de los seres humanos ante los desastres. Afirma en esta obra que “cada uno
lleva dentro de sí la peste” y que desde el mismo momento en que se decidió a
no matar y a ponerse siempre del lado de las víctimas, se condenó a un “exilio
definitivo”.
Sus obras posteriores incluyen la novela La caída (1956); El
hombre rebelde (1951); la obra de teatro El estado de sitio (1948); y un
conjunto de relatos, El exilio y el reino (1957). En 1994, se
publicó la novela incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer hombre. Camus, obtuvo en 1957 el Premio Nobel de
Literatura, murió en un accidente de coche en Villeblerin (Francia) el 4 de
enero de 1960.
(...)¿Qué es, en efecto, el hombre absurdo? El que, sin negarlo,
no hace nada por lo eterno. No es que le sea extraña la nostalgia, sino que
prefiere a ella su coraje y su razonamiento. El primero le enseña a vivir sin
apelación y a contentarse con lo que tiene; el segundo, le enseña sus límites.
Seguro de su libertad a plazo, de su rebelión sin porvenir y de su conciencia
perecedera, prosigue su aventura en el tiempo de su vida. En él está su campo,
en él está su acción, que sustrae a todo juicio excepto el suyo. Una vida más
grande, no puede significar para él otra vida. Eso sería deshonesto. Tampoco me
refiero aquí a esa eternidad irrisoria que se llama posteridad. (....)
( ....) No se puede
disertar sobre la moral. He visto a personas obrar mal con mucha moral y
compruebo todos los días que la honradez no necesita reglas. (....)
De El mito de Sísifo
Albert Camus
No, no
hay justicia, pero hay límites. Y los que pretenden no reglamentar nada, como
esos otros que trataban de dar una regla para todo, rebasan por igual los
límites. ¡Abrid las puertas, que el viento y la sal vienen a limpiar esta
ciudad!
De El estado de sitio
Albert Camus
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