miércoles, 15 de enero de 2014

CUATRO POEMAS DE JUAN GELMAN (1930-2014)

 

Los poemas siguientes corresponden al poeta Juan Gelman, fallecido ayer 14 de enero en DF. México, a los 83 años.

Había nacido en Buenos Aires en  el barrio de Villa Crespo habitado por judíos. Sus padres de ascendencia ucraniana hablaban ruso, idioma que al parecer él mismo aprendió  Ya desde la infancia se encontró familiarizado con libros de Tolstói, Pushkin o Dostoievski.

Su poesía cargada de ternura, ironía, dolor y violencia, junto con audaces innovaciones formales, dejó  una marca inconfundible en los jóvenes  poetas de Buenos Aires. E igual que Pessoa utilizó heterónimos en alguna de sus obras.
Entre sus libros  destacan: Violín y otras cuestiones (1956), Velorio del solo (1961), Gotán (1962), Cólera buey (1965), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1971), Relaciones (1973), Citas y comentarios (1982), Composiciones (1986), Interrupciones I e Interrupciones II (ambas publicadas en 1988), Salarios del impío (1993), Tantear la noche (2000), Valer la pena (2002), País que fue será (2004) y Oficio ardiente (2005).
En 1976 tuvo que abandonar su país por causas políticas y hasta su fallecimiento acaecido el 14 de enero de 2014 ha  residido en México. En 1997 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía en Argentina, en 2000 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, en 2005 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2007 con el Premio Cervantes.




COSTUMBRES



no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal                     


EL JUEGO EN QUE ANDAMOS


Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.



EPITAFIO

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

LÍMITES

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua? 
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran. 

Juan Gelman (1930-2014)

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