miércoles, 12 de febrero de 2014

Textos de Julio Cortázar (1914-1984)

 

INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA A UN RELOJ
 
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan  -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-,  te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
                                          Cuentos Completos
                                                               Julio Cortázar



NOCTURNO


Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.
                                                           
                                                                 Julio Cortázar





OBJETOS PERDIDOS


Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me acechan con sus cantos.
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome,
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.

                          Julio Cortázar



Julio Cortázar en 1967


Los textos seleccionados fueron escritos por Julio Cortázar , de quien hoy se cumplen 30 años de su muerte y en agosto de este mismo año tendrá lugar  el centenario de su  nacimiento.
Su padre era funcionario de la embajada argentina en Bélgica, hecho que determinó su nacimiento  en Ixelles ( Bruselas) el 26 de agosto de 1914. Al cabo de cuatro años, finalizada la Primera Guerra Mundial, la familia  pudo regresar a Argentina. Se graduó en Letras y fue maestro  y profesor de literatura en diferentes localidades.
Se inició en la literatura con la publicación de Presencia (1938) un libro de poemas firmado con el seudónimo de Julio Denis y una obra de teatro Los reyes (1949) También en 1949 viajó por primera vez a Europa; en 1951 consiguió una beca para realizar estudios en París, y ya en esta ciudad pasó a ser traductor de la UNESCO hasta su jubilación, siendo  en París donde murió el 12 de febrero de 1984. Realizó importantes traducciones literarias, entre las que destacan los Cuentos de Edgar Allan Poe o Robinson Crusoe de Daniel Defoe.
Tres años antes de su fallecimiento tomó la nacionalidad francesa, como protesta por la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina y es un autor plenamente integrado en la literatura hispanoamericana. Es considerado como  un renovador del género narrativo, especialmente del cuento breve, tanto en lo referente  a la estructura como en el uso del lenguaje
A juicio de los estudiosos, es un autor que ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamiento de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes siguiendo la línea iniciada por Jorge Luis Borges de fundir lo real con lo imaginario.
Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951); Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor”, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), que incluye el inquietante relato “Cuello de gatito negro”, y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imaginativo de difícil clasificación se encuentran Historias de cronopios y de famas (1962), breves narraciones que insisten desde el humor en la necesidad imperiosa de “ablandar un poco el ladrillo todos los días”, es decir, romper la dureza del lugar común, abrir resquicios hacia un mundo, el de lo fantástico, que las convenciones ocultan o se resisten a admitir; La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969), estos últimos concebidos como libros en los que se entrecruzan poemas, cuentos, recortes periodísticos, citas, textos recogidos de la calle, como es el caso de las pintadas del mayo francés comentadas en Último round.
La novela Rayuela (1963) narra las experiencias de un argentino en París y su relación con “La Maga” Se la considera como  una antinovela o contranovela y una  de la primeras  obras surrealistas de la literatura argentina.
Otras novelas del autor son: 62 modelos para armar (1968) de  carácter experimental; Libro de Manuel (1973) fábula político-literaria que responde al compromiso político del autor con la causa revolucionaria y la defensa de los derechos humanos.
Además de Presencia (1938), escribió otros  poemarios como Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985).
Escribió también diarios de viajes y toda su obra se encuentra repleta de referencias culturales y literarias. Arlt, Marechal, Borges, así como Poe, Defoe, Stevenson  fueron  algunos de sus  autores preferidos.


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