WISLAWA SZYMBORSKA |
Wislawa
Szymborska (1923- 2012)
Poeta y ensayista polaca nacida en
Kórnik, Poznan, en 1923 y fallecida en Cracovia el 1 de febrero de 2012, a los
88 años. Cracovia fue la ciudad
donde vivió desde que su familia se trasladó allí en 1931 y donde estudió Literatura
Polaca y Sociología en la Universidad Jagiellonian, dedicándose desde entonces
al ejercicio literario.
Con su primera publicación "Busco la palabra" en 1945,
seguida de "Por eso vivimos" en 1952 y "Preguntas
planteadas a una misma" en 1954, adquirió cierta
relevancia siguiendo una línea historicista, acorde con el realismo socialista
y tal vez fruto de su admiración por el poeta ruso Vladímir Maiakovski y del
rechazo a los horrores de la ocupación nazi en Polonia.
A partir de 1956, Szymborska optó por una reflexión personal e
intimista. En esta línea escribe Llamada a Yeti (1957)
que es un ajuste de cuentas con su propio dogmatismo anterior. La crítica vio
en el Yeti (abominable hombre de las nieves) a Stalin. Le siguieron Sal (1962),
en la que se plantea la vida humana como parte de todo un proceso universal,
escrita con fino humor y
sobriedad; y después Cien consuelos (1967) y El gran
número (1976), en los que ya aparece perfilado su estilo intimista,
irónico, paisajístico y existencialista.
Otros libros: Hombres en el puente (1986) "Fin y principio" en 1993 y "De la muerte sin
exagerar" en 1996,
completan el resto de su obra caracterizada por la duda metódica que impregna
sus composiciones, dotadas de una intencionalidad ética.
Entre importantes galardones destaca el Premio Nobel de
Literatura en 1996
UTOPÍA
La isla donde todo tiene explicación.
Aquí se alegan pruebas irrebatibles.
Sólo hay vías de acceso.
Los matojos ceden bajo el peso de las respuestas.
Crece aquí el árbol de la Hipótesis Válida
Con su desde
siempre desenmarañadas ramas.
Junto al manantial de Así son las Cosas
Se eleva luminoso el árbol de la Comprensión.
Cuanto más te adentras en el bosque, más vasto se abre
El Valle de la Evidencia.
Si alguna duda subsiste, la disipa el viento.
El eco toma la palabra sin ser llamado
Y solícito descifra los arcanos de los mundos.
A la derecha, una gruta donde yace el Significado.
A la izquierda, el lago de las Convicciones Profundas.
Del fondo, emerge, ingrávida, a la superficie la verdad.
La Seguridad Inquebrantable domina el valle.
Desde su cima se contempla la Esencia de las Cosas.
Pese a tanto deleite, la isla está siempre desierta
y las huellas de pasos que surcan la orilla
se dirigen sin excepción al mar.
Como si lo propio del lugar fuera partir
Y para no volver sumergirse en la vorágine.
En la vida inconcebible
De El gran número
Wislawa
Szymborska (1923-2012 )
FIN Y PRINCIPIO
Después de cada guerra
alguien tiene que hacer la limpieza.
Un mínimo de orden
no se hará solo.
Alguien tiene que apartar los escombros
de los caminos
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien tiene que hundirse
en el fango y en las ceniza,
en los muelles de los sofás,
las esquirlas de vidrio
y los trapos ensangrentados.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar la pared,
alguien debe poner cristales en las ventanas
y colocar la puerta en sus goznes.
Es una labor nada fotogénica
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
Otra vez puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas se deshilacharán
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo era todo.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero pronto, muy cerca,
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Quienes saben
la trama de la historia
tienen que ceder
a quienes apenas a conocen.
Y menos que apenas.
E incluso casi nada.
En la hierba que ha crecido
sobre causas y consecuencias
alguien debe tumbarse,
con una espiga entre los dientes,
para contemplar las nubes.
Autora: Wislawa Szymborska (1923- 2012) De Fin y principio 1993
LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS
Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna
no-existencia.
Wislawa Szymborska (1923- 2012)
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