Es una farsa guiñolesca, de asunto disparatado, sin
realidad alguna. Pronto veréis cómo cuanto en ella sucede no pudo suceder
nunca, que sus personajes no son ni semejan hombres y mujeres, sino muñecos o
fantoches de cartón y trapo, con groseros hilos, visibles a poca luz y al más
corto de vista. Son las mismas grotescas máscaras de aquella comedia de Arte
italiano, no tan regocijadas como solían, porque han meditado mucho en tanto tiempo. Bien conoce el autor que
tan primitivo espectáculo no es el más digno de un culto auditorio de estos
tiempos; así, de vuestra cultura
tanto como de vuestra bondad se ampara. El autor sólo pide que aniñéis cuanto
sea posible vuestro espíritu. El mundo está ya viejo y chochea; el Arte no se
resigna a envejecer, y por parecer niño finge balbuceos...Y he aquí cómo estos
viejos polichinelas pretenden hoy divertiros con sus niñerías.
Fragmento del prólogo de Los intereses creados
Autor:
Jacinto Benavente (1866-1954)
Otro de los autores que gozó de
fama y reconocimiento fue Benavente. Renovó el teatro que siguió al
Romanticismo sustituyendo el tono grandilocuente, efectista y excesivo de Echegaray por un tono más comedido y
equilibrado.
Así en Los intereses creados sirviéndose de unos personajes
de ligera apariencia como pueden
ser los muñecos y polichinelas, logró desarrollar un tema importante: Para
crear afectos en la vida, lo mejor es empezar por crear intereses.
En clave de farsa con esta obra criticó el materialismo, la pasión por el dinero de la sociedad burguesa de su tiempo, la preocupación por lo concreto.
En clave de farsa con esta obra criticó el materialismo, la pasión por el dinero de la sociedad burguesa de su tiempo, la preocupación por lo concreto.
Hay una mezcla de idealismo y sátira social, prefiriendo el ingenio y la ironía a lo
estrictamente ideológico y trascendente.
A diferencia de Los intereses creados (1907), Señora ama (1908) fue presentada como una comedia
desarrollada en tres actos. De
ambiente rural, la acción se situaba en un pueblo de Castilla la Nueva. En ella adquieren
especial protagonismo las mujeres y se pone de relieve las costumbres y el
comportamiento - a veces abusivo y licencioso- de los hombres.
La transcripción del habla “popular” si bien pudo dotar
de naturalidad la representación
escénica, distorsiona la función expresiva.
Jacinto Benavente |
Jacinto
Benavente (1866-1954), había nacido en Madrid. Hijo de un médico
pediatra cursó estudios de Derecho
en la Universidad Central de Madrid hasta la muerte de su padre en 1885,
encaminando definitivamente sus pasos hacia la literatura.
En su larga y prolífica trayectoria compuesta
por más de 160 obras cultivó todos
los géneros: tragedia, drama, comedia, sainete. Retrató todos los ambientes del
medio rural y urbano, aristocrático y plebeyo.
Además, a su
extensa bibliografía habría que añadir otros títulos como : Versos (1843), Cartas
de mujeres (1893-1902), De sobremesa (1910) donde reunió en varios volúmenes artículos,
discursos, conferencias. Dirigió la revista Vida Literaria y colaboró en El Imparcial.
En 1912 ingresó en la Real Academia Española
En 1922 , en el viaje hacia América como director de una compañía
de teatro, se enteró de la concesión del Premio Nobel de Literatura.
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