TODO,
MENOS VENIR PARA ACABARSE...
Todo,
menos venir para acabarse.
Mejor
rayo de luz que nunca cesa;
o gota
de agua que se sube al cielo
y se
devuelve al mar en las tormentas.
O ser
aire que corra los espacios
en forma
de huracán, o brisa fresca.
¡Todo,
menos venir para acabarse,
como se
acaba, al fin, nuestra existencia!
Concha Méndez
ERAN VERDES COMO
UN MAR...
Eran verdes como un mar,
con reflejos de alto cielo.
-¡Qué bien sabían mirar!-
unos ojos que recuerdo.
En la penumbra lucían
con una luz de misterio,
como dos claros abismos
abiertos a mil deseos.
Muchas horas tuve cerca
los ojos verdes aquellos,
que implorantes me miraban
¡y yo hacia por no verlos!
Y hoy que mirarlos quisiera,
están tan lejos..., ¡tan lejos!
Concha Méndez
.
UNO DE
ESOS INSTANTES...
Desde el umbral de un sueno me llamaron...
Antonio
Machad
Uno de
esos instantes que se vive
no se
sabe en qué mundo, ni en qué tiempo,
que no
se siente el alma y en que apenas
se
siente el existir de nuestro cuerpo,
mi
corazón oyó que lo llamaban
desde el
umbral en niebla de algún sueño.
Para
decirme su mensaje extraño,
aquella
voz venía de tan lejos,
que más
que voz de sueño parecía,
en su
misterio gris, sombra de un eco.
Sentada
estaba yo en aquel instante
en un
muelle sillón de terciopelo.
Mis
brazos se apoyaban en sus brazos
-¡qué
desmayados los sentía luego!-.
Después,
atravesando los cristales
de un
gran balcón que daba al ancho cielo,
una
sombra vi entrar. Tal vez la tardeal irse, entraba a verme... Yo eso creo...
De Poemas. Sombras y sueños
Concha Méndez
NO VENGAS
No
vengas, Muerte, todavía,
que aún
tengo que tejer la larga escala
que ha
de subirme allá donde deseo;
debo
cumplir mi dharma,
hacer,
hacer, hacer las cosas que aquí debo.
Porque
tengo una deuda
para
conmigo misma.
Vine
para algo más que para pasar como sombra.
Dentro
de mí una luz quiere salir afuera.
No
vengas todavía, dale tiempo a mi tiempo.
De Entre el soñar y el vivir
Concha
Méndez
La poeta Concha
Méndez nació en Madrid el 27 de julio de 1898.
Asistió a un
colegio francés cuya influencia se dejaría notar en sus primeros poemas. Dotada
para los deportes destacó como nadadora y gimnasta.
En 1919 conoció
en San Sebastián a Luis Buñuel. Amiga de García Lorca y Rafael Alberti,
frecuentó reuniones, lecturas poéticas y exposiciones con los integrantes de la
generación del 27.
En 1926 publicó
su primer libro, Inquietudes, dos años
después, Surtidor y Canciones de mar y tierra en 1930 conformando una trilogía donde se manifesta la
influencia de la poesía de Alberti y la incorporación de los temas que
representaban la modernidad: deporte, cine, automóviles.
En 1931 conoció
a Manuel Altolaguirre con quien contrajo matrimonio al año siguiente. Junto a
su marido contribuyó a la difusión de los poetas de la Generación del 27 mediante la edición de revistas como
Poesía, 1616 (título
que hacía referencia al año en que murieron Shakespeare y Cervantes), y Caballo
verde para la poesía (dirigida por Pablo Neruda).
En Vida a
vida (1932 ) sus poemas adquieren un tono más
personal, menos colorista. De mayor hondura y carácer autobiográfico sería
también su libro Niño y sombra (1936) donde
refleja la pérdida de su primer hijo mientras residían en Londres.
Su maternidad,
el exilio y su posterior separación matrimonial quedó reflejado en Lluvias enlazadas (1939), Sombras y sueños (1944) y Entre
el soñar y el vivir (1985), de clara influencia machadiana.
En 1944 se
estableció en México hasta su muerte acaecida el 7 de diciembre de 1986, a los
88 años.
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