miércoles, 6 de septiembre de 2017

Dos poemas de Concha Lagos

 

SÓLO AUSENCIA


Yo seré sólo ausencia cuando gires tu tiempo.
Se te abrirán los libros por páginas de entonces.
Otra vez la ventana con las mismas estrellas,
y otra vez sin quererlo aquella misma calle.
Un lunes, un domingo...
Para cada recuerdo tendrás fechas.
Deja abierta la puerta al pan de cada día.
Cuando gires tu tiempo por árboles del río,
yo seré sólo ausencia.
Escúchale los pasos y tiéndele la mano
a la sombra que copie tu soledad de siempre.
                                                                     Concha Lagos


CON  MI  PASO  EN  TU  HUELLA

Es como si estuviera ya por siempre en las cosas,
pero con la alegría de un más nuevo paisaje
todo sol y mañana.
Se me cuelgan cerezas otra vez no sé cómo
Por el jardín de entonces
Y encuentro los cristales perdidos en la infancia.
Puedo decir palabras,
me están naciendo altas como un rumor de estrellas.
Puedo decir los sueños,
pero dejo al silencio que los explique exactos.
Qué despacio mi prisa para saberte el fondo.
Con mi paso en tu huella quiero quedar ahora
hasta el fin sin preguntas; sin enhebrar futuros,
que esperen las esquinas con su perfil de sombra.
Hoy a la luz le abro de par en par las puertas.
                                                                  Concha Lagos





He seleccionado hoy dos poemas de Concha Lagos a modo de recordatorio porque se cumplen diez años de su  fallecimiento. Aunque conocida como Concha Lagos, su nombre, Concepción Gutiérrez Torrero. Nació en Córdoba el 23 de enero de 1907 -según  datos de wikipedia – o 1913, atendiendo a otras referencias como Enciclopedia Larousse,  Diccionario de mujeres en la historia, de Espasa Calpe (Madrid, 1998) o de antologías poéticas como Antología de la poesía española contemporánea de Biblioteca Básica Salvat de libros RTV y Alianza Editorial (1970) o la dedicada  A Gerardo Diego (En el centenario y los cien de Devenir) (Madrid, 1996), entre otras publicacioanes.  Y murió el 6 de septiembre de 2007 en Madrid. Casada con el arquitecto y fotógrafo gallego Mariano Lagos, adoptó para su vida literaria  el apellido de su marido.

Entre 1956 y 1964 fundó y dirigió la revista Cuadernos de Ágora y desarrolló una gran labor editorial en su colección de poesía.  Vivió largas temporadas en  Francia y viajando por varios países europeos. Cultivó la prosa, la poesía y el teatro.

Sus incursiones literarias como poeta  tuvieron lugar en los años 50, con influencias de Bécquer y Juan Ramón Jiménez. De carácter intimista en sus comienzos, posteriormente fue evolucionando hacia una poesía testimonial y social, sin esquivar el lirismo de sus composiciones.

 Entre sus poemarios Balcón (1954) Los obstáculos (1955) El corazón cansado (1957) Arroyo claro (1958) La soledad de siempre (1958), Luna de enero (1960) Golpeando el silencio (1961) Para empezar (1963), En la rueda del viento  1965). Los anales (1966). Diario de un hombre (1970), El cerco (1971), La aventura (1973). Fragmentos en espiral desde el pozo (1974), Por las ramas (Premio Ámbito Literario, 1980). Con el arco a punto (Premio Ibn Zaydún del Instituto  de Estudios Hispanoárabes,1984), Más allá de la soledad (1984). Segunda Trilogía (1986). Tercera Trilogía (Córdoba, Ayuntamiento, 1993, Una noche bajo las estrellas  (1996), Últimas canciones (1996).

Entre sus relatos : El pantano (1954), Al Sur del recuerdo (1955), La hija de Jairo (1963)

Teatro: Después del mediodía (1962) y Ha llegado una carta (1964)

Aunque gran parte de su dilatada vida transcurrió en Madrid, fue miembro de la Real Academia de Córdoba y en 2002  en reconocimiento de su trayectoria le concedieron la Medalla de Andalucía.

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