CAPRICHO 43
EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS
Este grabado carece de letrero o
epígrafe en el margen inferior del cobre; pero en la parte anterior de una mesa
que hay a la izquierda , cubierta de hojas de papel y lápices, sobre la cual
descansa con la cabeza entre los brazos un hombre sentado de lado, léese: el
sueño de la razón produce monstruos.
Al nombrado personaje rodeándole,
posados sobre su cuerpo, sentados en el suelo o en la mesa o volando por su
alrededor gatos, murciélagos, búhos y otros animales semejantes.
La fantasía abandonada de la razón,
produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de
sus maravillas.
Cuando los hombres no oyen el grito
de la razón, todo se vuelven visiones.
Dormir el pensamiento y despertar
los fuegos de la loca fantasía
no es modo de soñar. Ni norte y guía
dormirse la razón para pensar.
Soñar puede que sea torturar
el pensamiento, meterlo en la agonía,
crear la duda y alumbrar la fría
aurora de la angustia y del pensar.
Del sueño y la esperanza nace el hombre.
Locura y fantasía lo destruyen
poblando la razón de veleidades.
Y si es vida ajustar razón y nombre
sólo monstruos sus cábalas construyen
metiendo el corazón en vanidades.
P Damián Iribarren (1927-2000)
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