jueves, 19 de noviembre de 2015

Capricho 34: Las rinde el sueño


CAPRICHO 34

LAS RINDE EL SUEÑO


Cuatro mujeres en un calabozo, duérmense en diversas actitudes.
Al fondo, un gran hueco circular resguardado por una reja.
No hay que despertarlas; tal vez el sueño es la única felicidad de los desdichados.


Con mano dura y corazón avieso
la vida pega y la costumbre obliga.
Y aunque humano rechazo la maldiga
en nada disminuyen pena y peso.

El hombre en trampa y hierro queda preso.
El tiempo no redime y nos castiga
y así espera que el sueño le consiga
lo que en vela perdió su experto seso.

¡Dormido está, dejadlo solo y quieto;
que gaste su indigencia en vanidades
y goce de la vida en fingimientos!

Que los sueños merecen gran respeto
si al pobre quitan sustos y ansiedades
mitigando sus malos pensamientos.


Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

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