jueves, 26 de noviembre de 2015

Capricho 53: ¡Qué pico de oro!



CAPRICHO 53


¡QUÉ PICO DE ORO!

Encima de su jaula un loro, con su pata derecha levantada y el pico abierto, en actitud de hablar a una porción de frailes y otras gentes.
Oradores plagiarios con auditorio de necios.



¡Qué triste condición, si bien se mira,
decir palabras sin parir sentido!
Cada voz es misterio bien cumplido
cuando el hombre a pensarla se retira.

Matar el pensamiento es la mentira.
Y suerte vil holgarse en el sonido.
Quien vive de este juego y no es sabido
va pudriendo hasta el aire que respira.

Perderse en el silencio es buen consejo.
Cuidar el pensamiento, buen oficio.
Parir palabras, cuesta hacerse herida.

Palabras de lorito, en jaula y viejo,
apenas pueden darte más servicio
que quitarle los gustos de la vida.



Perteneciente al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

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