lunes, 31 de agosto de 2015

Capricho 7: Ni así la distingue





CAPRICHO 7


NI ASÍ LA DISTINGUE

En primer término una enamorada pareja. El caballero mira a  la dama con un grueso lente. Más lejos dos mujeres sentadas.
Para conocer lo que es no basta el anteojo; se necesita juicio.


Amor no es el deseo que se enciende
fingiendo cercanía, estando lejos.
El amor no conoce más que viejos
caminos, que al andarlos, ve y entiende.

Ni aprecia la verdad ni la comprende
si a distancia tan sólo y en reflejos
de cristal certifica. Nunca espejos
copiaron libros donde amor se aprende.

Estar cercano es concebir al hombre,
tener el juicio claro, el alma fuerte
y ver cómo el deseo quema y prende.

Que sólo en el amor se encuentra el nombre
que define esta vida y esta muerte
que todos miran, ven y nadie entiende.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006






martes, 25 de agosto de 2015

Capricho 6: Nadie se conoce

 
CAPRICHO 6


NADIE SE CONOCE


Una multitud de máscaras, mujeres y hombres, forman diversos grupos o se pasean. En primer término una dama sentada escucha sonriente
los galanteos de un personaje que ciñe una ridícula espada de madera.
El  mundo es una máscara; el rostro, el traje y la voz, todo es fingido; todos quieren aparentar lo que no son, todos se engañan y nadie se conoce.


Primero fue el misterio y no hubo nada.
Después los cálculos, el miedo, el frío.
Cuando vino la luz se vio el vacío
y su sombra de miedo iluminada.

Corriendo el tiempo, se hizo su morada
el hombre con sus hijos, junto al río.
Vióse en agua y sintió un escalofrío
pues agua espejo fue de polvo y nada.

Después vino el temor y la conciencia
certera iluminó su negra sima.
De entonces data la comedia y feria

de máscaras y farsas. Esta conciencia
que el hombre tiene para echarse encima
disfraz que oculte su total miseria.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006


martes, 18 de agosto de 2015

Capricho 56: Subir y bajar

 
CAPRICHO 56


SUBIR Y BAJAR


 Un sátiro, sentado en tierra, con sus hercúleos brazos levanta por los pies un sujeto vestido de bordada saca, cubierto el pecho de cruces y bandas y cuya cabellera y manos despiden humeantes llamas. Dos personajes de lo alto boca abajo.
                   La fortuna trata muy mal a quien la obsequia.
          Paga con humo la fatiga de subir y al que ha subido le castiga con precipitarlo.


El hombre, como el agua, cuando sueña
a fuerza de llorar se vuelve río.
Cuando alcanza poder y señorío
alcanza cauce y rompe tronco y peña.

El miedo no le turba y se despeña
en cascada luciendo su albedrío.

Amor no le tortura y en su avío

cuanto ojo mira tiene y alma empeña.

Cuando agua se envanece se hace nube,
remonta el aire, crece y tal se piensa
que es pájaro y en celos vuela y canta.

Con hueco corazón asciende y sube.
A lluvia revertida, mansa o densa,
en tierra cae y con dolor se espanta.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

lunes, 10 de agosto de 2015

Capricho 42: Tú que no puedes

 
CAPRICHO 42


TÚ QUE NO PUEDES


Dos hombres llevan sobre sus espaldas dos asnos montados.
Los pobres y las clases útiles de la sociedad, son los que  llevan a cuestas a los burros o cargan con todo el peso de las contribuciones del estado
¿Quién no dirá que estos caballeros son caballerías?


La piedra está, a cincel, lista y tallada.
El agua reventó la tierra y fuente
corre y canta. La piedra le hace puente.
El río lleva el agua reposada.

La piedra en sillería y muro alzada.

El fuego quema el aire y dulcemente

juega y ríe. La piedra dulcemente
le hace casa y escudo en la fachada.

La fuente, el río, el puente nombre tienen,
la casa historia, escudo y señorío;
el tiempo gloria, fama y apellido.

Mientras tanto las piedras que sostienen
y aguantan estructuras, peso y frío
nadie sabe ni el nombre que han tenido.


Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

miércoles, 29 de julio de 2015

Capricho 57: La filiación





LA FILIACIÓN

Es una ridícula escena de esponsales. La novia tiene rostro de animal y en sus piernas descansa su propia o primitiva cara, rugosa y vieja. Una mujer en pie, con un libro abierto en una mano y una pluma en la otra, escribe en las páginas de aquél.
Se engatusa al novio con la ejecutoría de sus padres y abuelos.
¿Y ella quién es? Luego lo verá.


Merece pena quien amor castiga 

o quien amor ofrece con engaño,
quien rompe el verso limpio o causa daño
al junco, al río, al aire o a la espiga.

Amor es fuego vivo y mano amiga,
sonora fuente y sombra de castaño,
silencio, vida y nunca un mal apaño.
¡Quién dice mal de amor, que nunca diga!

Quien mancha amor o engaña con su herida,
que tenga el alma muerta para el sueño
y frío el corazón sin sus cariños.

Quien quiera redimirse en esta vida,
que aprenda amor, que escriba en viejo leño
limpios versos de amor para los niños.




Pertenecientes al libro Risa y ternura de unos papeles (Reflexiones a los Caprichos y aguafuertes de Goya) de Damián Iribarren
Edición: María Socorro Latasa Miranda
Sahats, 2006

martes, 21 de julio de 2015

Capricho 43 : El sueño de la razón produce monstruos

                                                      

CAPRICHO 43



EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS


Este grabado carece de letrero o epígrafe en el margen inferior del cobre; pero en la parte anterior de una mesa que hay a la izquierda , cubierta de hojas de papel y lápices, sobre la cual descansa con la cabeza entre los brazos un hombre sentado de lado, léese: el sueño de la razón produce monstruos.
Al nombrado personaje rodeándole, posados sobre su cuerpo, sentados en el suelo o en la mesa o volando por su alrededor gatos, murciélagos, búhos y otros animales semejantes.
La fantasía abandonada de la razón, produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de sus maravillas.
Cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelven visiones.


Dormir el pensamiento y despertar
los fuegos de la loca fantasía
no es modo de soñar. Ni norte y guía
dormirse la razón para pensar.

Soñar puede que sea torturar
el pensamiento, meterlo en la agonía,
crear la duda y alumbrar la fría
aurora de la angustia y del pensar.

Del sueño y la esperanza nace el hombre.
Locura y fantasía lo destruyen
poblando la razón de veleidades.

Y si es vida ajustar razón y nombre
sólo monstruos sus cábalas construyen
metiendo el corazón en vanidades.
                                                          P Damián Iribarren (1927-2000)




martes, 14 de julio de 2015

Sobre Risa y ternura de unos papeles de P. Damián Iribarren

 
-->
Hace quince años, en la madrugada del 14 de julio del año 2000, fallecía Damián Iribarren, a los 73 años. En su memoria comento uno de sus numerosos  libros que dejó inéditos. Se trata de  Risa y ternura de unos papeles (sahats, 2006)

Es un conjunto integrado por cuarenta y tres sonetos en torno a los caprichos y aguafuertes de Goya. Y la primera referencia de Risa y ternura... se remonta al año 1984 cuando Damián Iribarren residía en Zaragoza. Con el título Cuatro sonetos para el amor agrupaba los caprichos correspondientes al número 33 “Al Conde Palatino”, número 43 “El sueño de la razón produce monstruos”, número 61 “Volaverunt” y número 75 “No hay quien nos separe”. Esta versión inicial difería formalmente de la definitiva y carecía de la numeración, el título y la descripción que acompaña ahora a cada soneto.

En el capricho 33, la actitud dubitante adoptada por el autor se contrapone a la del Conde Palatino. No hay que fiarse de lo que anuncian charlatanes ni falsos maestros, el verdadero sabio desconfía. El yo poético manifestado en primera persona padece “dolor de dudas” como quien padece dolor de muelas y busca alivio y remedio.
En el capricho 43 El sueño de la razón produce monstruos con oraciones enunciativas expresadas en infinitivo y alternancia de términos contrapuestos: dormir – despertar, razón – fantasía,  nos va desvelando su concepción del sueño y de la vida.De entrada manifiesta su rechazo a esa visión del soñar que deja dormir a la razón y anula el pensamiento. En definitiva, el sueño como fruto de la razón, unido a la esperanza edifican al hombre, mientras que locura y fantasía lo destruyen poblando la razón de veleidades Y no es verdadero amor perderse en veleidades como sucede en el Capricho 61 Volaverunt que con fina ironía señala en el primer verso “Perder el juicio, si es de amor no importa” para concluir con una reflexión sobre el amor loco. 

Posteriormente, en 1987 con Cuatro caprichos de Goya nos mostraba el número 3 “Que viene el Coco”, número 5 “Tal para cual”, número 15 “Bellos consejos” y número 16 “Dios la perdone y era su madre”.

En el capricho 3 Que viene el Coco se subraya la importancia de la educación. No es bueno educar a los niños obligándoles a temer lo que no existe. Lo que parece más razonable es:

 que el hombre a sus temores ponga freno.
             Que la vida es gozosa fantasía
             si se quita de encima tanto “Coco”


Sobre la crianza negligente, excesivamente tolerante y permisiva que hace de los niños caprichosos soberbios, perezosos e insufribles, versa el capricho 4 El de la rollona.

En el capricho 5 Tal para cual intenta reflejar cómo la mala educación engendra vicios y confusión. “...Y nadie sabe / si es dueño, comprador o mercancía.” En determinadas situaciones el mundo aparece como feria y mercado.


El capricho 15 Bellos consejos se decanta en defensa del libre albedrío y la plena autonomía personal. Desde el punto de vista de la perspectiva, se dirige a un tú. Y no digas que el agua se hace río // y no digas que el agua se congela... Logra hacer del agua toda una metáfora y personificación. El agua mira, piensa, duda, encauza su albedrío. Ni pide fuego al sol ni al viento remo.
           
El capricho 16 Dios la perdone y era su madre retrata el desapego, la indiferencia e incluso el desprecio de una hija hacia su madre. Dada a la prostitución y ocupada en sus afanes, no reconoce a su madre que, anciana y tullida, va pidiendo limosna. Miserias de la condición humana a las que dirige una mirada de piedad, como en ¡Pobrecitas! (capricho 22)
       
Denuncia la desigualdad. Un mismo comportamiento, según  la procedencia social, no se observa ni juzga de igual manera “pobreza prostituye y cárcel gana. / Pasión de dama rica es desvarío / de amor, locura, engaño que obsesiona.”

En Tú que no puedes (capricho 42) utiliza la humildad y dureza de la piedra como símbolo y metáfora de los pobres y clases útiles de la sociedad, que son quienes cargan con todo el peso de las contribuciones del estado y sirven para dar fama y gloria a los poderosos.

            Mientras tanto las piedras que sostienen
            y aguantan estructuras, peso y frío
            nadie sabe ni el nombre que han tenido.

Un motivo como la ira es tratado en Se quebró el cántaro (capricho 25) donde una madre colérica pega una zurra a su hijo por haber roto un cántaro.
La codicia y avaricia asoma en Muchachos al avío (capricho 11), A caza de dientes (capricho 12), ¿Por qué esconderlos? (capricho 30). En este último contrasta el planteamiento del autor con el contenido de la imagen donde un anciano que intenta esconder dos bolsas de dinero, es objeto de risa por parte de cuatro personajes que aparecen tras él. ¿Por qué los esconde?  Porque no quiere gastar. Aún viejo y enfermo teme que le ha de sobrar vida y faltar dinero.

Se repulen (capricho 51) desprende cierto tufillo a corruptela. Refiere la complicidad existente  entre empleados ladrones que se ayudan y disculpan con la protección del jefe, que les cubre haciendo sombra con sus alas monstruosas

         La pereza toma forma en el capricho 29 Esto sí que es leer donde se ve sentado un caballero que lleva puesto un peinador. Mientras sus criados le peinan y calzan,  el ilustre caballero lee, duerme y estudia.

La apatía que invade a los Chinchillas y hace de ellos seres inútiles, se ve reflejada en el capricho 50. ¿Quiénes son los Chinchillas? Se asemejan a momias que ni oyen, ni saben, ni hacen nada.


Al final, una llamada a la diligencia expresada con la urgencia de tres imperativos:
 Escucha, aprende, haz algo. / Que ese frío no pasme el alma.” Insistiendo en el mismo tema Mejor es  holgar (capricho 73) ¿Cuándo es mejor holgar? Cuando no se disfruta del trabajo que se realiza y todo se embrolla, se enreda y se complica cual madeja enmarañada.

            Si quieres mi consejo y tienes ganas
            el sueño despabila, cava el huerto,
            derrama la simiente y canta al viento.
           
Estos son sólo algunos de los aspectos más significativos de este libro. En días sucesivos iré seleccionando alguno de los sonetos.